Las dudas sobre la viabilidad del euro y los ajustes previstos en Grecia e Italia obligaron ayer a España a subir un 40% la rentabilidad de sus letras a 12 y 18 meses por encima del 5%, el interés más alto desde 1997.

El Tesoro Público colocó 3.158 millones en letras a un año, para lo que tuvo que pagar un 5,2% -un 41% más que en la anterior emisión-, y en letras a 18 meses, a las que aplicó una rentabilidad del 5,3%, un 38% más que en la subasta precedente.

Además, la presión de los mercados descargó un nuevo golpe sobre España y otros países europeos más solventes, como Francia, que vieron cómo su prima de riesgo se disparó hasta niveles desconocidos en la era del euro.

En el caso español, la prima de riesgo cerró en 455 puntos básicos, frente a los 432 del lunes.

El rendimiento del bono español a diez años alcanzó también un máximo desde que existe la eurozona, el 6,34%, mientras que su par alemán -con el que se calcula la prima de riesgo- se situó en el 1,78%.

Por otro lado, el Parlamento Europeo dio ayer luz verde a la norma que limitará la especulación sobre la deuda soberana de los estados miembros.

La nueva regulación prohíbe las transacciones a descubierto de los seguros de impago sobre la deuda soberana y endurece las ventas a corto de acciones y bonos.