El primer ministro irlandés, Enda Kenny, sostiene que la República de Irlanda no puede seguir el ejemplo de Grecia y acogerse a una suspensión de pagos porque esta decisión tendría consecuencias "desastrosas" para su recuperación económica.

Así lo afirma en un artículo de opinión que publica hoy el periódico The Irish Times, en el que aborda la situación de este país ante su rescate económico por parte de la Unión Europea (UE) y el Fondo Monetario Internacional (FMI), cuantificado en 85.000 millones de euros.

"Teniendo en cuenta que nuestras circunstancias económicas son mucho mejores que las de Grecia, la suspensión de pagos nos marcaría como un país que ''no quiere'' pagar nuestras deudas, en vez de uno que ''no puede''".

Este contexto, dice el primer ministro, "mataría la inversión extranjera directa" y elevaría el coste de los préstamos al Estado y al sector empresarial, lo que "estrangularía" la recuperación y rebajaría el nivel de vida durante una generación".

En su opinión, la estrategia del Gobierno de Dublín encaminada a mejorar las condiciones de su rescate está dando resultados después de cuatro años de recesión.

Kenny recuerda que la economía irlandesa volvió a crecer durante el primer semestre del año y que las cuentas públicas y la tasa de desempleo "se han estabilizado", al tiempo que se ha frenado la fuga de capitales de los bancos nacionales.

"Algunos sostienen que nuestro país debe interpretar la decisión de reestructurar la deuda griega como una oportunidad para repudiar el acuerdo con nuestros socios y para renegar de nuestras deudas", afirma el primer ministro.

"Es empatía y solidaridad, no envidia, lo que siento por nuestros conciudadanos de la UE en Grecia", escribe el dirigente conservador, quien, no obstante, insiste en que el acuerdo logrado el pasado jueves por la Unión Europea para frenar la crisis de la zona del euro es un "paso en la dirección correcta".

Además de las duras medidas de ajuste a corto plazo, Kenny menciona que Atenas tiene frente a sí "diez años de austeridad y vigilancia" por parte de los organismos internacionales.

"Mientras no es sorprendente que un acuerdo de esta naturaleza se someta a un referéndum por el Gobierno griego, ¿Quién de verdad querría algo así para la República?, se pregunta el líder del conservador Fine Gael.

"La estrategia del Gobierno irlandés -recalca- es crecimiento, no suspensión de pagos".