Repleta de energía a sus 85 años, la actriz Asunción Balaguer ha sido designada por la Unión de Actores para recibir próximamente el Premio Toda una Vida, distinción que en 1996 le fue otorgada a su difunto marido, Francisco Rabal.

"Ser actor es un juego, pero es un juego precioso", comenta en una entrevista concedida sobre la profesión que, reconoce, le ha hecho "muy feliz" a lo largo de todo este tiempo.

Emocionada por haber sido seleccionada para recibir un galardón que "no esperaba", la actriz barcelonesa recuerda el día en que el homenajeado fue su esposo. "Ahora ya estamos juntos premiados por nuestros compañeros que queremos tanto", dice.

De entre todas esas personas con las que ha compartido escenario, Asunción Balaguer guarda un recuerdo especial de Carlos Lemos, a quien agradece su "generosidad" a la hora de enseñar a los más jóvenes los valores del teatro.

"Nunca perdió la ilusión de salir a escena, eso nos marcó a todos", cuenta con nostalgia la interprete, quien señala que "Otello" y "Tierra baja" han sido dos de los montajes teatrales que más le han marcado en su carrera.

Precisamente el teatro ha sido la disciplina que le ha dado "más alegrías", a pesar de contar con una extensa filmografía. "Hay una corriente mágica que se establece entre el actor y el público que engancha, es como una droga", comenta.

Del teatro también valora su carácter "terapéutico", la "energía especial" que se recibe en el escenario cuando te apropias de un papel y le añades parte de tu vida.

"Muchas veces termino la obra saltando y me vienen ganas de hacer tonterías. Luego, cuando noto el cansancio, me voy a casa", admite risueña.

Lejos de abandonar este oficio, la actriz ha finalizado recientemente la gira de "El pisito", la obra que ha representado junto a Pepe Viyuela y Teté Delgado, por quienes profesa una gran admiración: "Son actores magníficos, de lo mejor que he encontrado en mi vida".

Además, la viuda de Paco Rabal forma parte del reparto de la serie "Gran hotel", que se emite en Antena 3, de la que valora la meticulosidad con la que el equipo técnico ha preparado un "decorado precioso" y la profesionalidad de sus compañeros menos veteranos.

"Estar con los jóvenes me da mucha vida y muchas ganas de vivir todavía", confiesa de unos actores y actrices a los que aconseja "que sigan teniendo ilusión de trabajar" y la necesidad de sentir "esa responsabilidad de dar el primer paso para ponerlo en el escenario".

Firme defensora de la "variedad" de obras modernas que se realizan en la actualidad, Asunción Balaguer pide, sin embargo, que no se olviden ciertas reglas. "El teatro, aunque no sea clásico, es teatro y tiene unas normas", señala.

Abuela además de actriz, considera que a su nieto, el actor y director Liberto Rabal, le ha llegado "su momento". "A Paco también le gustaba mucho, sería muy feliz de verlo volver a trabajar con tanta ilusión", sostiene.

Nerviosa ante la inminente entrega del Premio Toda una Vida, que recibirá el 31 de octubre en el Teatro Circo Price, de Madrid, durante la XX gala de los premios de la Unión de Actores, Balaguer prefiere pensar en su retorno a los escenarios con el monólogo que escribió sobre su vida Rafael Álvarez "El Brujo": "El tiempo es un sueño".

"Me siento muy satisfecha de que a mis años pueda estar todavía dando guerra", concluye.