El Fondo Monetario Internacional (FMI) cifra en unos 300.000 millones el impacto que han tenido en los bancos de la Unión Europea (UE) las tensiones en torno a los problemas de la deuda soberana en los países de la eurozona hasta el momento, de los que alrededor de 100.000 millones corresponden a la exposición interbanciaria. Así se desprende de su informe Estabilidad Financiera Global, publicado ayer, en el que advierte de que la crisis financiera ha entrado en una fase "política" que exige esfuerzos "coherentes y creíbles" por parte de las economías avanzadas para aplacar los temores de los mercados.

El FMI aclara, en su informe, que esta estimación no tiene en cuenta las necesidades de capital de los bancos, para lo cual sería necesario llevar a cabo una evaluación completa de los balances y las posiciones de ingresos, sino que busca dar una idea del aumento del riesgo de crédito soberano experimentado por estas entidades en los últimos dos años.

Según los cálculos del FMI, los efectos secundarios de las exposición de los bancos europeos a la deuda soberana griega, el "epicentro" de esta crisis, han ascendido hasta casi 60.000 millones de euros, mientras que el contagio de la situación a Portugal e Irlanda ha supuesto 20.000 millones para las entidades europeas. Por su parte, la presión de los mercados sobre Bélgica, Italia y España ha elevado la cantidad del impacto que tiene la crisis de deuda soberana en los bancos europeos hasta los 200.000 millones de euros.

Asimismo, si se añaden las exposiciones a otras entidades financieras europeas, en las que los precios de los activos se han depreciado de forma paralela al incremento de las preocupaciones soberanas, los efectos totales estimados alcanzarían los 300.000 millones.

"Una serie de choques ha sacudido recientemente el sistema: nuevas turbulencias en los mercados provenientes de la periferia de la eurozona, la rebaja de la calificación crediticia de Estados Unidos y señales de una desaceleración económica", dice el informe, que apunta que es posible que "algunos bancos necesiten más capital" y que "los más débiles tengan que ser reestructurados o sometidos a un proceso de liquidación". El Fondo reclamó a la eurozona que ponga en práctica "sin demora" los acuerdos del 21 de julio.

Revés de las bolsas

José Viñals, director de Asuntos Monetarios y Mercados de Capitales de la institución crediticia internacional, señaló que "el tiempo se agota. Debido a las crecientes presiones de los mercados, los bancos pueden verse forzados a recortar el crédito a la economía real, lo que empeoraría la ralentización económica".

Los cálculos del FMI , que apuntan a la necesidad de la banca de recapitalizarse por un importe superior al barajado hasta ahora, pesaron ayer en la cotización de la banca.

En España, BBVA y Santander engordaron los números rojos del Íbex 35 con sendas bajadas del 3,42% y del 2,54%. La bolsa española cayó el 1,82% y cerró al borde de 8.200 puntos.

En el resto de Europa, con el euro a 1,371 dólares, cedieron las principales plazas: Fráncfort, el 2,47%; el índice Euro Stoxx 50, el 1,96%; Milán, el 1,65%; París, el 1,62%, y Londres, el 1,4%.

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