El Banco de España informó ayer de que el déficit exterior por cuenta corriente ascendió a 26.337,6 millones de euros en el primer semestre, lo que supone una reducción del 11,3% respecto al mismo período de 2010.

La balanza sigue siendo deficitaria porque el importe de los ingresos conseguidos en el exterior es menor que los pagos que a realizar desde España.

La disminución de ese déficit, no obstante, es atribuible al recorte del 8,4% del déficit comercial, hasta los 22.115,6 millones, resultado de la diferencia entre las exportaciones y las importaciones de bienes, que aumentaron hasta junio un 18,3% y un 12,7% interanual, respectivamente, por el mayor dinamismo del flujo comercial.

También contribuyó a reducir el saldo negativo de la balanza comercial la disminución, del 67%, del déficit no energético, aunque esta factura aumentó aproximadamente un 20%, ya que en esta materia España importa más de lo que vende al exterior.

Cabe destacar, asimismo, el incremento del superávit acumulado de la balanza de servicios en un 29,1%, hasta los 14.367,4 millones, fundamentalmente por el aumento del turismo y los viajes a España, que cerraron el periodo con un saldo positivo de 12.954,8 millones, un 15,7% más.

Por el contrario, el saldo negativo de la balanza de rentas -que incluye los intereses y dividendos pagados a la inversión extranjera, y la remuneración de trabajos en el exterior- aumentó un 14,2% y sumó 13.152 millones.

El saldo negativo de las transferencias corrientes, en las que se engloban las remesas que envían los emigrantes a sus países de origen, aumentó ligeramente, un 5,6%, tras alcanzar los 5.437,4 millones.

Además, la deuda frente a terceros (excluido el Banco de España), generó en los seis primeros meses del año un superávit de 30.124,7 millones, detalló el órgano supervisor.