El resultado de la pugna entre las "dos Españas" existentes, una competitiva y otra más "rígida" en materia económica, fiscal, laboral y financiera, es la clave para saber si la economía logrará capear la crisis que atraviesa la eurozona, según The Economist, que insiste en que el triunfo de la versión más "brillante" del país y la tranquilidad de los mercados sólo son posibles mediante reformas "más profundas" de las previstas.

Al respecto, la revista advierte, en su última edición, de que ante la proximidad de las elecciones generales de 2012 se está ralentizando el ritmo de ese proceso reformador, lo que, a su juicio, "pondrá nerviosos a los mercados".

De hecho, señala que, a pesar de que la amenaza de contagio de Grecia se relajara tras aprobar en junio el Parlamento heleno el nuevo plan de austeridad, los problemas de ese país "realmente no se han marchado, así como tampoco la vulnerabilidad de España".

Entre estos puntos débiles, The Economist señala la pérdida de competitividad y el déficit por cuenta corriente de España, una situación agravada, en su opinión, por el dualismo existente en diversos aspectos económicos, financieros o del mercado laboral.

Cita como ejemplo de esta "doble personalidad" la "cohabitación fiscal" de autonomías y Gobierno central, y desconfía de la capacidad de las comunidades para reducir el gasto suficientemente como para cumplir el objetivo previsto para 2011.

La revista resalta también el dualismo existente en el sector financiero, donde conviven grandes entidades como Santander y BBVA, con cajas de ahorros cuyo modelo es menos comprensible para los inversores.

Asimismo, subraya el peso de este comportamiento dual en el mercado de trabajo.