Ofertas de hasta el 70%, reservadas en años anteriores a la crisis a las denominadas "segundas rebajas", surtieron ayer efecto entre los consumidores tinerfeños, que ganaron presencia en las principales calles y centros comerciales de la Isla. Este notable arranque de la campaña estival de descuentos, sin embargo, no rebaja la prudencia de los empresarios, que mantienen unas expectativas modestas de negocio a la vista de las negativas previsiones de gasto y de la atonía reinante del consumo.

Después de que las rebajas de invierno, con más trascendencia para el comercio que las de verano, se cerraran con los peores datos que se recuerdan, pequeños y grandes establecimientos consideran difícil mantener una facturación similar a la de hace un año.

"Conseguirlo sería un éxito", manifestó ayer el presidente de la Federación de Comercio de Tenerife (Fedeco), Luis de Miguel, para quien la previsión más realista apunta a una caída interanual del negocio del 10%, igual que la que se registró en el verano de 2010.

La impresión de Fedeco en el primer día de campaña fue que la afluencia de público sirvió sobre todo para que las franquicias hicieran caja. "En el resto de tiendas se ve muy poca gente, y con escasa fuerza de compra", aseguró De Miguel, que hizo un llamamiento para que el consumidor local "compre en los comercios de los canarios" para evitar más cierres y mantener el empleo actual.

Además, señaló que un síntoma de las estrecheces con las que afrontan los tinerfeños las rebajas es que buena parte de las compras se están realizando con tarjeta de crédito. "La gente no tiene liquidez para adquirir el producto que necesita", indicó al respecto.

De Miguel no augura un tirón sostenido de las ventas por el cansancio del consumidor, acostumbrado durante la mayor parte del año a ofertas del 50%. No obstante, en la Federación de Áreas Urbanas de Canarias (Fauca) y la Asociación Canaria de Medianas y Grandes Empresas de Distribución (Asodiscan) se muestran moderadamente optimistas por el "efecto calendario".

Así, el secretario general de esta última patronal, Álvaro Rojas, valoró que las rebajas arranquen un viernes, el mejor día de la semana para el comercio junto con el sábado. Que estos dos días vayan bien será "fundamental", aseguró. De momento, su primera impresión fue que, aún sin haber un "exceso" de clientes, buena parte de ellos sí que realizó gasto ayer.

Aunque también ve "difícil" que se repita la facturación de 2010, tanto por el "estancamiento" del consumo como por los fuertes descuentos iniciales, Rojas espera que el factor precio, asentado ya como la prioridad para el comprador, permita al menos liberar mercancía.

Su homólogo en Fauca, Abbas Moujir, admitió que firmaría reeditar las cifras del anterior verano, pero cree que la incipiente recuperación económica y del empleo que vive Canarias abre la puerta incluso a un ligero incremento interanual del negocio. "El consumidor va recuperando confianza. Eso sí, su gasto no va a ser el de hace cinco años", reconoció, en alusión a las previsiones que sitúan ese desembolso en 42 euros por persona en las Islas, un 65% por debajo del de 2006.

Un buen termómetro para evaluar el tirón del estreno de las rebajas es El Corte Inglés. Su responsable de Relaciones Institucionales en Tenerife, Alfredo Medina, calificó de "muy bueno" el arranque de la campaña, lo que renueva las esperanzas de la compañía respecto a que se relance un consumo que, de todas formas, ha "aguantado bien" la crisis en el primer semestre de 2011, afirmó.

"Ya se ve, con cierta timidez, la mejoría del turismo y el empleo, y las rebajas serán un buen escenario para que esa recuperación se consolide, porque van a dinamizar más el consumo", pronosticó.