La falta de dinamismo del mercado laboral ha disparado de tres a 18 meses el tiempo que tarda un trabajador en salir del paro en Canarias. Es un signo, como el hecho de que el sector de la construcción acumule desde hace más de dos años 50.000 desocupados, de que la recolocación de parados, de la que se lleva hablando desde 2008, no ha fraguado en realidades. Aunque los agentes económicos y sociales coinciden en que la recuperación del Producto Interior Bruto (PIB) puede favorecer este proceso, avisan de que el mismo puede encallar en un déficit de formación que termine vetando los nuevos yacimientos de empleo.

Según el Ministerio de Trabajo, en España ya hay más de 50 ramas de actividad que han creado empleo en el último año, la mitad de las que recoge la Encuesta de Población Activa (EPA). Y, en términos netos, ya habría una generación de puestos de trabajo suficiente para reducir el paro si se descontara la construcción.

Tomando como base la última EPA, del primer trimestre de 2011, en Canarias tampoco se crea empleo neto en tasa interanual -respecto al mismo periodo del ejercicio anterior-, y sólo el comercio y las actividades inmobiliarias presentan un saldo positivo, actividades que no son precisamente novedosas como nichos laborales. Y, a diferencia de lo que ocurrió a nivel estatal, sí aumenta la ocupación (11.700 trabajadores más) respecto al cierre de 2010, a pesar de que en la construcción se destruyeron casi 6.000 empleos.

El secretario general de la Confederación Provincial de Empresarios tinerfeña (CEOE-Tenerife), Pedro Alfonso, remarca las dificultades que afronta la reubicación de los parados procedentes de ese sector, cuyo volumen "no varía sustancialmente". Así, aunque la construcción es la quinta actividad que más contratos de trabajo ejecutó en mayo, 4.402, ello no refleja una reactivación sectorial, sino los planes públicos de actuación anticíclica que hay en marcha.

Pese a que empresarios y sindicatos apelan a la cautela, el auge de la llegada de turistas ha encendido la mecha de la recuperación económica del Archipiélago y debería favorecer la reinserción laboral de parte de los parados inscritos en el Servicio Canario de Empleo (SCE). Eso, siempre y cuando su perfil se adecue a la demanda de trabajo, algo que los expertos no tienen claro.

La directora del Servicio de Estudios de la Cámara de Comercio de Santa Cruz de Tenerife, Lola Pérez, subraya que "quien no tenga cualificación y esté muy vinculado al sector de la construcción tendrá dificultades para reinsertarse. En turismo, que es el sector con cierta dinámica de contratación, hay limitaciones importantes, como el dominio de idiomas".

En una línea similar, el secretario de Empleo y Políticas Sectoriales de CCOO-Canarias, Carmelo Jorge, cree que disminuir el número de parados "es una cuestión del medio y largo plazo" y en la que hay "un problema grave: una parte muy importante de ellos no tiene cualificación alguna". A su juicio, "es muy probable que en el futuro haya un 15% de paro estructural y, al mismo tiempo, haya que importar mano de obra para cubrir sectores en los que no haya trabajadores cualificados. Podemos vivir esa paradoja".

Este problema se arrastra de la época de bonanza económica, de acuerdo con un reciente informe de la Fundación de las Cajas de Ahorros (Funcas) que analiza el periodo 1995-2006. Canarias era, justo antes de la crisis, la cuarta autonomía con menor porcentaje de ocupados cuyo nivel de formación era elevado (18,6%), sólo por encima de Murcia, Castilla-La Mancha y Baleares. Y, al mismo tiempo, era la quinta en la que más trabajadores carecían de estudios o sólo habían terminado los primarios, el 49,1%, por detrás de Extremadura, Castilla-La Mancha, Andalucía y Murcia. En el conjunto del Estado, los porcentajes eran del 22,7% y del 43,6%, respectivamente.

El informe de Funcas pone de relieve, además, el retorno de trabajadores con baja cualificación a la formación, algo que se acentúa en comunidades con una alta probabilidad de desempleo, como era el caso de Canarias en 1995, cuando se empezaba a salir de la anterior crisis económica.

La situación se repite en la actualidad, señala Lola Pérez: "Ha habido cierta transferencia de personas que abandonaron sus estudios y ahora se plantean acabar un ciclo formativo para abrirse un mayor abanico de posibilidades".

Actualizar aptitudes

El vicesecretario general de la Asociación Estatal de Trabajo Temporal (AETT), Álvaro Aldereguía, apunta que las opciones de reinserción en el mercado laboral en sectores distintos a los ocupados hasta la crisis "depende del perfil de cada uno. Si los trabajadores de la construcción se quieren recolocar, evidentemente tienen que cambiar su perfil, que en muchos casos no tiene la demanda del pasado. Es complicado, pero se consigue así", apostilla Aldereguía, que realza la inversión de las empresas de trabajo temporal en formación: "Intentamos adaptarlos a los perfiles más demandados".

Para Alfonso, el de aquellas personas vinculadas durante años a la construcción "no cuenta con un margen demasiado amplio de adaptación a otras actividades, es decir, de dar un salto intersectorial, y además su período de recualificación para una efectiva incorporación a ellos requiere un periodo temporal que no es a corto plazo".

Para identificar los ámbitos en los que, al calor de la incipiente recuperación económica, puede encontrarse empleo en el Archipiélago, CCOO-Canarias acaba de publicar una guía laboral que también recoge todos los recursos de orientación y cobertura de los parados disponibles en los distintos municipios isleños.

En ese manual, el sindicato subraya como "difícil" hallar trabajo en sectores "históricos" como la hostelería y la construcción, y da relevancia a los nuevos yacimientos de empleo, que responden a "dos retos de las sociedades europeas: el crecimiento del empleo y la satisfacción de nuevas necesidades". Estas emanan, argumenta CCOO, de la incorporación de la mujer al mercado laboral y de la "nueva valoración del tiempo de ocio", y son "intensivas en empleo", por lo que su desarrollo -dice- tendrá más tirón sobre este que las actividades tradicionales.

La ejecución de la Ley de Dependencia, la atención a la inmigración, las nuevas tecnologías, los servicios personales y la sanidad vertebran buena parte de las ocupaciones de futuro en las Islas, según la recopilación del sindicato, que cuenta con el respaldo económico del SCE.

El organismo que dirige Alberto Génova destaca que hay sectores "en los que la sociedad canaria está encontrando una vía para la inserción labora, actividades emergentes que necesitan profesionales con perfiles concretos y que están destinadas a satisfacer las nuevas necesidades sociales". Cita los mismos ámbitos que recoge la guía de CCOO, así como la preservación del patrimonio, la protección del medio ambiente, el fomento de la accesibilidad y la economía social.

Para cubrir estos nichos, el Gobierno autónomo aplica políticas activas y de formación, expende certificados de profesionalidad -que permiten al trabajador acreditar, con el aval de Trabajo, su competencia en una actividad concreta- y promueve la contratación privada de los trabajadores a los que ha formado.

Esfuerzo público

El SCE prevé instruir y, con ello, reorientar profesionalmente a casi 9.200 personas este año, prioritariamente desempleadas. Para ello invertirá 34,8 millones de euros.

La Cámara valora la iniciativa del Ejecutivo, pero Jorge cree que hace falta un esfuerzo mayor. "La cuestión es que, como estamos acometiendo salvajes políticas de ajuste presupuestario, no vamos a resolver la situación", advierte el secretario de Economía y Políticas Sectoriales del sindicato. Además, aboga por activar estímulos, vía Régimen Económico y Fiscal (REF), para que la actividad productiva se oriente hacia los nuevos yacimientos de empleo, ya que "la iniciativa privada se mueve por beneficios", argumenta. Pero también dependerá, agrega, de que la Administración "dé los primeros pasos en un camino por el que luego transite el empresariado".

Aunque hay esperanzas depositadas en los sectores citados, Pérez avisa de que algunos, como las energías renovables, "no son muy intensivos en mano de obra. Hay una bolsa potencial de empleo, igual que en nuevas tecnologías o comercio exterior, pues son áreas en las que aún estamos introduciéndonos. Pero no son tan intensivas en trabajo".

Sí lo son, continúa la responsable del Servicio de Estudios de la Cámara de Comercio, las actividades de servicios, con el matiz de que las dos grandes empleadoras, el turismo y el comercio, presentan sus escollos. El primero ya tiene un nivel de actividad importante, lo que reduce las posibilidades de colocación, y el segundo, que de media sostiene el 20% de la afiliación de trabajadores a la Seguridad Social, depende, igual que la restauración, de que se consolide la recuperación turística.

Reclamación patronal

Abunda en esta tesis el secretario general de la patronal. Serán los servicios, dice Alfonso, los principales generadores de puestos de trabajo "a través de las actividades ligadas al turismo, pues la mayor aportación al crecimiento en las Islas vendrá dada por este sector", que luego arrastrará al comercio.

Asimismo, atisba opciones en agricultura y pesca si se profundiza en "la competitividad del transporte" y se potencia "el papel de Canarias como plataforma de relaciones económicas con América". También en los sectores más innovadores, que han aguantado mejor la crisis, pero que necesitan una apuesta institucional por el cambio de modelo económico.

"En definitiva, la tendencia futura gira en torno a la diversificación de los sectores, porque uno solo no puede asumir el alto número de desempleados actual", indica tras prevenir de que el nivel de empleo de 2007 "será muy difícil de alcanzar; antes necesitamos una recuperación económica y muchas reformas estructurales".

Respecto a si las nuevas salidas profesionales se podrán articular a través del autoempleo, el titular de la Asociación de Trabajadores y Empresarios Autónomos (ATA) en Canarias, Juan Carlos Arricivita, comenta que el colectivo esperará a ver cómo evoluciona la economía isleña en los próximos meses, sobre todo para certificar que la recuperación turística comienza a arrastrar a otras actividades.

"Hasta entonces -continúa- será complicado generar empleo por esta vía. Primero comenzarán a moverse la hostelería, la restauración, los servicios sociales y sanitarios. Y luego, dependiendo de la ocupación hotelera en invierno y del gasto que esta genere, puede que otros sectores. Todo se basa en que haya turistas y se haga caja".