La Comisión de Trabajo e Inmigración del Congreso aprobó ayer la reforma de las pensiones que retrasa la edad de jubilación hasta los 67 años, incluye mejoras para las prestaciones de viudedad y orfandad e integra en el Régimen General de la Seguridad Social a los empleados del hogar.

El informe de la ponencia del proyecto de Ley sobre Actualización, Adecuación y Modernización del sistema de la Seguridad Social fue apoyado por el PSOE y CiU y contó con la abstención del PNV, y el votó en contra del PP. El texto pasará ahora al Senado para continuar con su trámite parlamentario, sin necesidad de que sea debatido en pleno.

La reforma incluye beneficios en las cotizaciones por el cuidado de hijos menores, pero sus principales novedades son el retraso de la edad legal de jubilación a los 67 años, aunque podrán retirarse a los 65 quienes hayan cotizado 38 años y medio, y el alargamiento del período de cómputo para calcular la pensión, de 15 a 25 años.

Trabajo doméstico

En cuanto a los trabajadores del hogar, el Gobierno, CCOO y UGT alcanzaron ayer un principio de acuerdo para integrar a este colectivo en el Régimen General de la Seguridad Social a partir del 1 de enero de 2012, con el fin de equipararlo al resto en derechos y deberes.

Este pacto sólo afectará a las cuestiones relacionadas con cotizaciones y prestaciones y no al ámbito de las relaciones laborales, como la protección por desempleo, que podrá articularse a través de normas de rango reglamentario.