Un grupo de trabajadores de las cuatro cajas de ahorros que conforman Banca Cívica -CajaCanarias, Cajasol, Caja Navarra y Caja de Burgos- se concentraron ayer ante las sedes de dichas entidades para criticar la "campaña de presiones y amenazas" que, según indicó el sindicato CCOO en un comunicado, "está ejerciendo el grupo hacia la plantilla", lo que achaca al "trabajo derivado de la salida a Bolsa del Grupo".

Ante esta situación, CCOO reclama que la dirección "negocie las contraprestaciones por las prolongaciones de jornada".

Argumenta que "un gran porcentaje de la plantilla ha estado trabajando desde primeros de junio fuera de horarios, con prolongaciones diarias por encima de las tres y cuatro horas".

Recalca que "la caja siempre disfraza de voluntariedad estas prolongaciones de jornada, pero la plantilla se siente presionada".

Del mismo modo, subraya que "en las oficinas de Canarias, Andalucía y Barcelona se ha emitido, de manera generalizada, la orden de trabajar los próximos sábado y domingo".