La OCDE presentó hoy un foro de alto nivel encargado de coordinar trabajos para hacer frente a conmociones globales causadas por crisis financieras, pandemias, desastres naturales o ataques a infraestructuras vitales, que van a ser más frecuentes y más graves por la globalización.

Este "foro sobre la gestión del riesgo" tendrá carácter voluntario para los 34 países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) y con él se pretende "hacer una plataforma común" para trabajar en los temas prioritarios, explicó el experto Pierre Alain Schieb.

Schieb, que es uno de los responsables del informe elaborado por la organización sobre los "Futuros choques globales", señaló que será un grupo permanente al que ya se han incorporado los estados del G7 y algunos otros.

También advirtió de que el objetivo no es crear un dispositivo de alerta, y a ese respecto no quiso comprometerse a la hora de responder a la pregunta de si hay un riesgo de una conmoción financiera global por la crisis de la deuda griega.

"En teoría sí" por "el efecto mariposa", contestó antes de puntualizar que no puede entrar en detalle sobre este caso.

Añadió que un matemático austríaco ha desarrollado un modelo, puesto a prueba por el banco central de ese país, que simula el funcionamiento de los mercados financieros y es capaz de detectar anomalías que presagian un colapso, pero eso no permite intervenir.

Más allá de este caso particular, la OCDE apuesta por desarrollar sistemas de vigilancia coordinados a escala internacional en los sectores que se consideran vulnerables a estos choques, que pueden alcanzar una dimensión mundial.

Junto a esa vigilancia, para lo cual podría ser pertinente crear algo parecido a agencias de seguridad, haría falta establecer reglas de toma de decisiones para reaccionar en caso de que el suceso global se produjera.

Schieb señaló que en cierta manera la Agencia Internacional de la Energía es un modelo por su sistema de reservas estratégicas para situaciones de insuficiente aprovisionamiento del mercado petrolero, que precisamente se activó la semana pasada para poner 60 millones de barriles en 30 días a disposición de los operadores.

En su informe, la OCDE concluye que "es probable que la economía mundial viva con más frecuencia grandes conmociones, que tendrán mayores consecuencias para la economía y la sociedad".

La razón es la globalización, que conlleva una mayor interconexión en el sistema financiero -prácticamente sincronizado-, pero también en los transportes y en la dependencia del sistema productivo de todos los sectores respecto a la cadena de aprovisionamiento y de distribución en otras partes del mundo.

Los autores han analizado cinco grandes riesgos potenciales para los próximos años: una pandemia, un ciberataque contra una infraestructura de gran relevancia, una crisis financiera, un conflicto socioeconómico y una tormenta geomagnética.