"Ni la música ni la letra". La patronal no comparte el borrador de la reforma de la negociación colectiva que presentó el Gobierno este miércoles, un texto "bastante decepcionante y desequilibrado" para los empresarios. En cambio, los sindicatos piensan que Trabajo ha encontrado "un punto de equilibrio interesante" en algunos aspectos, sobre todo en la cobertura de los convenios y en el "gran campo" de la flexibilidad. Otros puntos "gustan menos". Los representantes de los trabajadores creen que no hay que ceder a las exigencias de Europa de subir el IVA, lo que podría "deteriorar más" la economía española, una opinión que comparten los ''populares'', que recuerdan las consecuencias del incremento del impuesto "el verano pasado".

La patronal no comparte "ni la música ni la letra" del borrador de la reforma de la negociación colectiva del Ministerio de Trabajo. Con el fin de las conversaciones de los agentes sociales, el Ejecutivo tomó las riendas y elaboró un texto que los empresarios consideran "bastante decepcionante y bastante desequilibrado" y que, a su juicio, no va "en la dirección de arreglar los problemas".

Juan Rosell, presidente de la Confederación, explicó este miércoles que "había una base más que suficiente de consenso, desgraciadamente parece que el Gobierno se ha olvidado de estos principios de acuerdo". El patrón criticó que casi hayan desaparecido los consensos sobre la ultraactividad de los convenios, las mutuas y el absentismo y que se haya recogido algunas cuestiones "técnicas" sobre la solución extrajudicial de conflictos.

De entre todo, la mayor carencia tiene que ver con la flexibilidad interna, en opinión de la CEOE. Los empresarios resaltan que los agentes sociales coincidían en la "música" a este respecto y que este concepto es su "caballo de batalla", sin el que están "perdidos". Rosell hizo hincapié en que no busca "barra libre" para organizar las condiciones de trabajo, pero también dijo que el colectivo tiene "pánico a contratar".

En cambio, los sindicatos creen que el Ejecutivo ha encontrado "un punto de equilibrio interesante" en algunos aspectos, sobre todo en la cobertura de los convenios y en el "gran campo" de la flexibilidad. Otros puntos "gustan menos" a los trabajadores, que piensan que, si se hace caso a las recomendaciones europeas de subir el IVA para compensar la rebaja de las cotizaciones sociales, la economía española se puede "deteriorar más". Desde el punto de vista sindical, éstas son "recetas que no funcionan".

El sector empresarial no tira la toalla, porque, "cuando hay un mal resultado en un partido, hay que ir al siguiente con la intención de golear". La CEOE considera que hay que cambiar el sistema de contratación "de arriba a abajo" y espera poder hacerlo "vía enmienda". No en vano, éste es sólo "el primer borrador", un documento que espera modificar antes de su aprobación, el viernes, o durante el trámite parlamentario.

A pesar de todo, Rosell sostuvo que, aunque no consigan su propósito, "quede la legislación que quede, los empresarios la respetarán". Sobre el aspecto legal hablaron también Ignacio Fernández Toxo y Cándido Méndez, secretarios generales de CC.OO y UGT, respectivamente, que incidieron en la necesidad de firmar un acuerdo interconfederal.

"Incluso una reforma pactada entre empresarios y sindicatos necesita, después de ser aprobada e incrustada en la ley, un acuerdo interconfederal que le dé cauce", explicó Toxo en TVE. De ahí que todo lo relacionado con la negociación colectiva "sea acordado". Su homólogo enfatizó en que el texto no es de los sindicatos: "Será del Gobierno y, si se tramita como proyecto de ley, del Parlamento".

Desde el Ejecutivo, Elena Salgado, vicepresidenta económica, afirmó que su equipo "está empeñado" en llevar a cabo reformas en el ámbito laboral. Éstas tendrán efectos a medio y largo plazo en el empleo. Un "mayor consenso" parlamentario en torno a la negociación colectiva ayudaría a Moncloa, después de que los agentes sociales hayan sido incapaces de lograr un acuerdo, recordó.

EL GOBIERNO, ORGULLOSO DE SU TEXTO

Mari Luz Rodríguez, secretaria de Estado de Empleo, aseguró que el borrador es un "acta notarial muy fiel" del acuerdo "no escrito" que hubo en la mesa de negociación. Lo aseveró después de su reunión con Valeriano Gómez, titular de Trabajo, y los grupos parlamentarios, cuya "receptividad" agradece un Gobierno que planea encontrarse con los sindicatos y la CEOE antes de aprobar el decreto.

El objetivo es que el borrador abra "un doble diálogo entre grupos parlamentarios y agentes sociales", por lo que la negociación se encuentra en "fase de consulta". A partir de ahora, los procesos se acelerarán y se establecerán plazos para denunciar los convenios caducados, constituir la comisión negociadora y la renegociación.

Moncloa también pretende fortalecer los mecanismos de arbitraje. Todo ello busca "agilizar lo máximo posible la negociación colectiva, sin que ello suponga la pérdida de derechos y cobertura de los trabajadores".

EL PP EXIGE AL GOBIERNO QUE PUBLIQUE SU POSTURA

"Si el Gobierno hubiera explicado a la sociedad cómo es su propuesta, es decir, cómo concibe el mercado de trabajo, qué es lo que hay que hacer con las relaciones laborales en nuestro país" y si eso "fuera sometido al debate de empresarios y sindicatos, y luego al debate político, estaríamos ya en una fase más avanzada". Cristóbal Montoro, portavoz económico del PP, exige al Ejecutivo que haga pública su postura sobre la negociación colectiva.

Desde su punto de vista, ése sería el punto de partida hacia un debate social y político. Si Moncloa no se pronuncia, desvirtúa "el concepto" del acuerdo, cree el economista. Montoro criticó en RNE que aún se desconoce si el decreto que pretende sacar adelante el Ejecutivo saldrá adelante. "Veremos exactamente qué es lo que pretende el Gobierno".

Con relación al tema del IVA, el ''popular'' recordó que... "Ya subió en España el verano pasado, limitando mucho el consumo de las familias y de todos nosotros y presionando los precios al alza. Lo que dice esa recomendación [europea] es que abramos en España un debate público sobre el futuro y el presente".

A su juicio, la Comisión Europea pretende fomentar la creación de puestos de trabajo en el margo de equilibrio presupuestario. Por eso propone ir hacia "otro tipo de impuestos indirectos". De ahí que proponga que el país ibéricos suba el IVA y la luz con el fin de bajar las cotizaciones sociales. Montoro recordó que éstas son un impuesto "muy gravoso" sobre el empleo.

Fátima Báñez, portavoz de su Grupo en el Congreso, agregó que la reforma "llega tarde" y lamentó que el Gobierno haya sido "incapaz" de impulsar un acuerdo entre los agentes sociales. A su juicio, es una pena que se haya tenido que optar por la vía del decreto ley, ante las "prisas" que mete Bruselas.

Álvaro Nadal, secretario de Economía y Empleo del PP, recordó que su formación pidió hace un año que los convenios se incluyeran en la reforma laboral. Según resaltó, ha habido tiempo suficiente para engrasar una negociación que ha acabado en ruptura, lo que se traduce, a ojos ''populares'', en un incremento de 300.000 parados.

Joan Ridao, portavoz de ERC en el Congreso, aseveró que su formación "no está lejos de dar apoyo" al decreto. No obstante, su posición final dependerá de que la norma pueda tramitarse como proyecto de ley para que la oposición pueda introducir enmiendas. Además, hay "varias carpetas abiertas", como las reformas de las políticas activas o las pensiones, cuyo plazo de enmiendas concluye este jueves. "Nuestra posición estará vinculada a la actitud del Gobierno en otras materias".