La comisaria europea de Pesca, María Damanaki, ha manifestado hoy que proyecta cambios en la forma de negociar los acuerdos de pesca con países terceros con el fin de que los nuevos convenios "estén más centrados en la conservación de recursos".

En un discurso pronunciado hoy en Londres con motivo del Día Mundial de los Océanos, Damanaki ha subrayado que sus servicios "están trabajando" para conseguir una "nueva generación" de protocolos pesqueros bilaterales.

Según la comisaria, la Unión Europea (UE) "solamente alcanzará un acuerdo con un país si (en sus caladeros) hay un superávit de recursos pesqueros que no están siendo utilizados por el sector local ni por ninguna otra flota extranjera".

Damanaki ha remarcado que éste debería ser un "requisito legal" para suscribir esos convenios.

Asimismo, la Comisión Europea (CE) estima que otro aspecto importante será "el respeto a los derechos humanos y a los principios democráticos".

La comisaria ha mencionado estos planes sobre pesca internacional, dentro de las ideas que proyecta para la reforma de la Política Pesquera Comunitaria (PPC) y que presentará en julio.

Los acuerdos pesqueros de la UE con terceros países son importantes para la flota española que faena en aguas lejanas.

Las organizaciones españolas que representan a los armadores han pedido insistentemente al Gobierno español que defienda la suscripción y la renovación de esos convenios.

Los pactos de mayor relevancia política son los que la UE mantiene con Mauritania y Marruecos.

El acuerdo más importante es el de Mauritania, que expira en 2012 y permite a 63 barcos españoles acceder a sus aguas, entre marisqueros, atuneros y otras categorías.

La contrapartida que la UE paga a cambio (76 millones de euros anuales) representa el 29 % de los ingresos del presupuesto mauritano.

Recientemente, los marisqueros andaluces se han quejado de restricciones técnicas impuestas por las autoridades de este país, porque amenazan la rentabilidad de su trabajo en el caladero.

En la actualidad, el sector español está preocupado por la caducidad de otro convenio, el de la UE con Guinea Bissau, que expira el próximo día 15.

La flota española que pesca en las costas guineanas (unos 21 barcos onubenses y gallegos) ha reclamado al Gobierno que solicite una prórroga o una "autorización temporal" para poder seguir en el caladero.

En cuanto al acuerdo con Marruecos, es el de mayor trascendencia política para España y ofrece a su flota un centenar de licencias, aprovechadas sobre todo por barcos andaluces y canarios.

La UE y Marruecos prorrogaron este convenio un año (hasta febrero de 2012), para que los barcos europeos pudieran seguir pescando mientras ambas partes discuten su renovación.