La Junta Directiva de la CEOE mostró su respaldo a Juan Rosell este miércoles, en una reunión en la que se instó al presidente de la patronal a seguir negociando con los sindicatos y a "concretar más" el principio de acuerdo para reformar la negociación colectiva. Los empresarios sostienen que ambas partes siguen trabajando para... "convencernos mutuamente". Mientras, José Luis Rodríguez Zapatero, presidente del Gobierno, aseguró en el congreso de los Diputados que este martes hubo "un avance muy sustancial" en la reforma, "que incluye flexibilidad interna, descuelgue salarial y absentismo laboral".

La cúpula no pide "más dureza" a Rosell en las reuniones con los sindicatos para conseguir la reforma de la negociación colectiva. Al contrario, "todo el mundo" está al lado del empresario. Lo dijo Joan Gaspar, su ''número dos'', a la salida de la reunión de la Junta Directiva de la patronal, este miércoles. "Estamos más unidos que nunca".

La gran mayoría de los presentes aseguraron al término de la cita que "más que discrepancias, ha habido opiniones", en palabras de Rafael Montero, secretario general de la patronal valenciana (Cierval). No fueron muchas esas diferencias, dijo José Antonio Belmonte presidente de la Confederación de Tarragona, que afirmó que la Junta había ido "a una".

"Más pesimista" se mostró Antonio Primo, presidente de Cepoe y directivo de Cepyme, que mantuvo que "no hay unanimidad" en el seno de la CEOE. "Seis o siete discursos han sido contradictorios entre sí", por lo que aconsejó que el acuerdo no se cierre mientras siga habiendo posturas "tan separadas".

PIDEN A ROSELL QUE LUCHE POR SUS INTERESES

Joan Gaspar, que también presidente del Consejo de Turismo de la agrupación, aseguró que los encuentros transcurren con normalidad: "No hay problemas, seguimos trabajando para convencernos mutuamente". Lo único que piden los empresarios a Rosell es que luche por sus "intereses" y que queden reflejados en el texto final, en el caso de que lo haya.

Rafael Montero cree que los representantes de los trabajadores están "muy cerrados" en sus planteamientos. De ahí que el proceso se esté alargando. De hecho, aseveró que "mañana podría haber acuerdo, si los sindicatos quisieran". Según indicaron algunos de sus compañeros, las partes intentan apurar sus contactos, con la mirada puesta en el 3 de junio. El Gobierno podría aprovechar el Consejo de Ministros de ese día para acabar legislando sobre los cambios en los convenios.

Sin embargo, Gaspar intenta quitar hierro al asunto y sostiene que, "si no se llega a un acuerdo, tampoco pasa nada". Por el contrario, sus compañeros coinciden en que hay "aunar esfuerzos" para salvar el pacto. Juan Canals, presidente del Comité para el Mediterráneo de CEOE y vicepresidente de Fomento del Trabajo Nacional, cree que no llegar al consenso podría ser hasta "contraproducente" para su colectivo.

En tal caso, los mercados "pasarán factura a España", prevé el empresario. Se basa en que "los mercados no entenderían que, en tantos meses, no hubiese acuerdo". El gran problema es que hay muchos contenidos ante los que las partes muestran "puntos de vista distintos y difíciles de aunar".

La propia Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) animó este miércoles a España a modificar su negociación colectiva. Según recordó, el país mediterráneo ha de reducir más el coste de las indemnizaciones por despido de los contratos indefinidos, hasta aproximarse a "un contrato unificado".

ZAPATERO HABLA DE AVANCES SUSTANCIALES

Mientras, Zapatero aseguraba en el Congreso que en la reunión bilateral del martes había habido "un avance sustancial en la negociación entre empresarios y sindicatos, que incluye flexibilidad interna, que incluye descuelgue salarial, también absentismo laboral". Además, el presidente aseguró que confía en que, dentro de poco, el texto estará "encima de la mesa".

Fue su respuesta a Josep Antoni Duran i Lleida, portavoz de CiU, que le preguntaba por el transcurso de las citas. El jefe del Ejecutivo aseguró que, en cuanto haya un texto, se traducirá en una disposición normativa, que se remitirá a las Cortes. Se culminará con "una reforma fundamental" para transmitir confianza y contribuir a la recuperación económica.

Sobre el encuentro de este martes, los agentes sociales sólo dijeron que se habían comprometido a seguir negociando pero que no se habían fijado un plazo máximo para llegar al consenso.

GÓMEZ METE PRISA

Antes del seis de junio la reforma de la negociación colectiva tiene que estar "preparada". De no ser así, el Gobierno legislará. Así lo ha advertido el ministro de Trabajo, Valeriano Gómez, porque en esta fecha termina el plazo de enmiendas a la reforma de las pensiones en el Congreso, ya que entre ellas se prevé incluir la reforma de las mutuas y el absentismo, con lo que las negociaciones entre patronal y sindicatos deberían culminar "durante la semana próxima".

Al ser preguntado si el Gobierno prevé entonces aprobar la reforma en el Congreso de Ministros del próximo tres de junio, el ministro de Trabajo se ha limitado a decir que "no es posible alargarlo mucho más". "El plazo esta muy vinculado al de las enmiendas de la reforma de las pensiones", que finaliza el día seis, por tanto, según ha dicho, "estamos en presencia de un plazo que deber terminar durante la semana próxima".

Pero el ministro es "optimista" y asegura que "hay un nivel de acuerdo importante dentro de la CEOE" para lograr un pacto definitivo con los sindicatos. "El carril del diálogo tiene poca vuelta atrás", ha señalado, antes de añadir que "lo más sensato" es llegar a un acuerdo.

El segundo paquete de las conversaciones abiertas, el relativo a mutuas y absentismo, está "prácticamente cerrado", según ha comunicado. Es más, ha concretado que sólo quedaría resolver algún "detalle no demasiado significativo".

SÓLO QUEDA POR CERRAR EL EMPLEO JUVENIL

Sólo quedaría dar un empujón al tercer paquete de reformas, las negociaciones sobre contratación, que, según Gómez, ya se han puesto en marcha con la vista puesta en la creación de un programa especifico de empleo juvenil, con una mayor utilización del contrato de formación y una mejora del contrato en prácticas. En este caso, ha dicho que el Gobierno no se compromete a legislar si no hay acuerdo.

Ahora bien, ha especificado que en el caso del contrato de formación no se trataría tanto de cambiarlo como de establecer un sistema que "combine" la formación y el empleo, y ha dicho que "la experiencia alemana puede servir de guía".

La pretensión expresada en alguna ocasión por los empresarios de crear un contrato único con una indemnización por despido de veinte días ha sido también comentada por el ministro de Trabajo. Para Gómez, "incorporar asuntos de ese calado a estas alturas de la negociación impediría negociar en tiempo real y exigiría muchos más meses".

APUESTA POR EL EQUILIBRIO Y LA FLEXIBILIDAD.

En relación a por dónde caminaría una eventual reforma de la negociación colectiva unilateral del Gobierno, Gómez ha dicho que el Ejecutivo "partiría del territorio en el que lo han dejado" los agentes sociales.

El Gobierno trataría de mantener un equilibrio razonable entre flexibilidad en el seno de la empresa y el mantenimiento de los derechos de los trabajadores, apostando por la mediación y el arbitraje para solucionar los conflictos, según ha explicado.

Con respecto a si el Ejecutivo incluiría alguna referencia a salarios, el titular de Trabajo ha señalado que el Gobierno sólo tocaría las normas que regulan la negociación colectiva y que sus contenidos son competencia de los interlocutores sociales. Si bien ha insistido en que los sueldos "no deben separarse demasiado del IPC para que sigan cumpliendo su función".