El descalabro del PSOE en el Cabildo de Tenerife en las elecciones autonómicas y municipales del pasado domingo, 22 de mayo, en las que pasó de diez a siete consejeros, podría haber tenido una repercusión directa en el bloqueo a la candidatura de Fernando Dávalos para ocupar la secretaría general de la Unión General de Trabajadores (UGT) de Tenerife, tal y como informaron ayer diversas fuentes del sindicato.

Al parecer, las ocho papeletas en blanco y la ausencia de algunos de los delegados con derecho a voto durante el comité insular del lunes corresponden a una "maniobra" articulada por alguien que formaba parte de las listas de los socialistas al Cabildo y que se quedó fuera de la Corporación.

En concreto, las fuentes aluden a la actual secretaria general de la Federación de Trabajadores de la Enseñanza (FETE-UGT) en Canarias, Dora González, de la que incluso aseveran que trató de pactar la renuncia de Ana Lupe Mora y hacerse con su plaza en el Cabildo, dado que ésta se aseguró su continuidad en el Ayuntamiento de El Rosario ante los buenos resultados del PSOE en ese municipio, una opción que, sin embargo, fue desechada por Mora.

Otra de las cuestiones que vinculan a González con la sorpresiva falta de respaldo a Dávalos es el proceso de integración de la sección del personal laboral de FETE-UGT, a la que ella pertenece, en la Federación de Servicios (FES) y, por tanto, está a punto de perder la secretaría general.

Al margen de estas hipótesis, también achacan lo sucedido a la "inexperiencia" de Dávalos dentro del sindicato, del que, a pesar de ser una persona muy valorada dentro de la organización, algunos opinan que no está lo suficientemente preparado para hacerse cargo de UGT-Tenerife en un momento tan difícil como el actual.

Por último, esgrimen que lo acontecido puede igualmente responder a "gente descontenta con la actual Ejecutiva insular", que ahora se tendrá que renovar al completo en el congreso extraordinario del 27 de junio.