La Comisión Nacional de la Energía (CNE) insiste en que los costes de colocación del déficit tarifario -deuda reconocida a las eléctricas al resultar insuficientes los ingresos para cubrir costes- están siendo elevados y propone algunos cambios para "equilibrar" el sistema de financiación.

En un informe aprobado hoy por el consejo de la CNE, el organismo apunta que el tipo de interés al que se ha colocado esta deuda, que supera los 20.000 millones en las emisiones realizadas, ha sido superior al de la deuda pública y que a ello se suman los gastos de colocación y gestión, que pagarán "integramente los consumidores" a través de los recibos de la luz.

Ante esto, el organismo considera que debería realizarse "un ajuste en el precio de cesión que reciben las empresas" para procurar un "equilibrio" entre las partes afectadas por la financiación del déficit: Administración, consumidores y empresas.

Las eléctricas ceden primero las cantidades que tienen reconocidas como deuda en sus cuentas al Tesoro que, a través del Fondo de Amortización del Déficit Eléctrico (FADE), lo coloca en el mercado.

En lo que va de año se han realizado tres emisiones de 2.000 millones de euros cada una con vencimientos a 3, 4 y 10 años respectivamente, y con rentabilidades del 4,8 %, el 5 % y el 5,9 %

La CNE propone en su informe un interés fijo por la cesión de los derechos de cobro y que la diferencia entre ese interés y el que finalmente salga en la subasta se contabilice como ingreso del sistema, lo que aliviaría el coste para los consumidores en el recibo de la luz.

El organismo advierte también de la necesidad de actualizar en la próxima revisión de la tarifas de acceso de la luz, que se aplicará en julio, la anualidad que corresponde al déficit de 2010, incrementado hasta un máximo de 2.500 millones de euros.

Por otro lado, y tras analizar el coste-beneficio de la implantación de los contadores inteligentes en el sector gasista, la CNE cree que presenta menos beneficios que en el eléctrico, ya que el consumidor no puede realizar discriminación horaria en el consumo.

Con respecto a los procesos de cambio de suministrador, el regulador cree que es fundamental poner en marcha un sistema que verifique el consentimiento de los consumidores, así como identificar los problemas durante el proceso, por lo que trabaja en mejoras regulatorias.