La posibilidad de que Grecia tenga que reestructurar su deuda para evitar el impago afectó hoy a los bonos españoles, cuya rentabilidad avanzó tres centésimas y alcanzó nuevamente el 5,5 por ciento, según datos del mercado y expertos consultados.

El rendimiento de la deuda griega a diez años subió hoy 0,46 puntos, hasta el 15,172 por ciento, máximo histórico, igual que su diferencial con la deuda alemana, que creció hasta 11,92 puntos, después de que se conociera que el déficit de Grecia había ascendido el año pasado al 10,5 por ciento, frente al 9,4 por ciento previsto.

Además de los datos del déficit publicados por la oficina estadística europea Eurostat, en la evolución de la deuda griega también influyeron negativamente algunos informes y declaraciones, como las efectuadas por algún asesor de la canciller alemana, Angela Merkel, sobre la previsible reestructuración de la deuda del país heleno.

El miembro del Comité Ejecutivo y del Consejo de Gobierno del BCE José Manuel González-Páramo advirtió hoy de que una reestructuración de la deuda griega tendría probablemente un efecto "más devastador" que la quiebra del banco de inversión estadounidense Lehman Brothers.

Esta situación afectó a los bonos portugueses y españoles, que fueron objeto de ventas, mientras los inversores adquirían títulos germanos, que además recibían el apoyo indirecto del presidente del Banco Central Europeo, Jean-Claude Trichet, al advertir que luchará contra el aumento de precios.

En una entrevista con los periódicos finlandeses "Helsingin Sanomat" y "Kauppalehti", Trichet indicaba que la entidad evitará que suban las expectativas de inflación y los efectos de segunda vuelta por el repunte de la energía.

La deuda portuguesa a diez años crecía diez centésimas, hasta el máximo del 9,457 por ciento -el diferencial con la deuda alemana se situaba en 621 puntos básicos-.

Por su parte, el diferencial de la deuda española a largo plazo con los títulos germanos, que mide el riesgo y marca el sobrecoste de invertir en España, creció cuatro puntos básicos, hasta 226, mientras que el interés de los bonos españoles a diez años pasó del 5,472 por ciento al 5,505 por ciento.

El Tesoro español vendió hoy letras a tres meses por importe de 1.163 millones, con un interés marginal del 1,44 % (0,93 % en la anterior puja), y letras a seis meses por valor de 805,74 millones, con una rentabilidad del 1,9 % (1,38 % en la última subasta).

El rendimiento de la deuda irlandesa a diez años bajó casi tres centésimas y quedó al cierre de la sesión en el 10,217 por ciento. El diferencial con los títulos alemanes pasó de 699 a 697 puntos básicos.

En cuanto al coste de los seguros de impago de deuda (credit default swap o CDS) para cubrir la posibilidad de impago de 10 millones de dólares en bonos a 10 años españoles se situaba en 249.170 dólares, 1.300 más que en la víspera.