La Bolsa española bajó esta semana el 3,25 por ciento por la recogida de beneficios sobrevenida con las ventas en los mercados de materias primas y de deuda, en este último por la posibilidad de que Grecia reestructure su deuda pública.

Después de tres semanas consecutivas de ganancias, en las que la Bolsa nacional había subido cerca del 6 por ciento, los inversores aprovecharon el cambio de situación en los citados mercados y los malos resultados presentados por algunas compañías para recoger beneficios.

Con casi cinco sesiones a la baja -el miércoles tuvo una subida testimonial, el 0,01 por ciento-, la Bolsa española regresó a niveles registrados quince días atrás.

En los mercados de materias primas influyó la decisión de una entidad estadounidense de cerrar sus posiciones de derivados, lo que arrastró la cotización del petróleo Brent hasta 120 dólares, aunque acabó la semana en 123.

En relación con los recursos básicos, los resultados del principal fabricante mundial de aluminio, Alcoa, -las cuentas de otras compañías, como Google, tampoco gustaron-, presionaron a la baja a las bolsas.

En la deuda pesaron las palabras del ministro alemán de Finanzas, Wolfgang Schäuble, que abogó por la aplicación de nuevas medidas a Grecia si no pudiera afrontar sus pagos después de junio, y los cálculos de la agencia de calificación de riesgos Standard and Poor''s, que cifraba entre el 50 y el 70 por ciento la quita que tendrán que asumir los tenedores de bonos griegos.

Además, hubo que sumar la rebaja de la calificación crediticia de la deuda irlandesa por Moody''s, que la situó al borde del bono basura. Por estos motivos, la prima de riesgo española superó los 200 puntos básicos y el rendimiento de la deuda griega y portuguesa se situaba en máximos.

La situación en el mercado de bonos se sintió especialmente en la cotización de los bancos, que registraron pérdidas cuantiosas esta semana.

Otros asuntos relevantes del período fueron la evolución de los precios en distintos países: en China, con el IPC en el 5,4 por ciento, se espera una pronta subida de los tipos de interés -ayer el Banco de China retiró cerca de 13.000 millones del sistema-.

Por contra, en Estados Unidos, la tasa de inflación subyacente, situada en el 1,2 por ciento, alienta el mantenimiento de las inyecciones de fondos de la Reserva Federal, mientras que el IPC del 2,7 por ciento en la zona euro justificaba el aumento de los tipos de la semana pasada.

En cuanto a la evolución de los principales valores del mercado, los componentes del índice bursátil IBEX 35, bajaron veintinueve, repitió cotización una compañía, Ebro Foods, y subieron cinco.

Telecinco, por motivos técnicos -pérdida de un "soporte" (nivel que frena las pérdidas) situado cerca de 8 euros-, registró la mayor caída de la semana, el 6,58 por ciento.

A continuación se situó Sacyr Vallehermoso, que bajó el 6,1 por ciento, por dudas sobre su capacidad para refinanciar un préstamo concedido para comprar el 20 por ciento que posee de Repsol, en tanto que Repsol cedió el 5,88 por ciento por la depreciación del crudo.

De las cinco compañías con ganancias destacó el alza del 5,82 por ciento de Grifols, en tanto que Amadeus avanzó el 4,23 por ciento, y la aerolínea IAG el 3,54 por ciento, ambas beneficiadas por la caída del petróleo y las favorables previsiones apuntadas por el turismo español.

De los grandes valores, tras Repsol, destacó el retroceso del 5,45 por ciento de BBVA; Banco Santander bajó el 4,58 por ciento; Iberdrola, el 3,22 por ciento, y Telefónica, que planea despedir a 5.600 trabajadores, el 2,88 por ciento.

La próxima semana, en la que el IBEX partirá del nivel de soporte de 10.558,60 puntos, el mercado estará pendiente de los resultados empresariales, así como de datos de la situación del sector inmobiliario estadounidense y de actividad en Europa.