El presidente de Ibercaja, Amado Franco, ha afirmado que la decisión unánime del consejo de administración de la entidad de crear un banco responde al objetivo de ganar competitividad y rentabilidad, y tener la oportunidad de dotar año a año de más fondos a la Obra Social.

Así lo ha asegurado hoy en una comparecencia ante los medios de comunicación el presidente de la caja, quien ha asegurado que el banco, que estará constituido entre septiembre y octubre, será propiedad al 100 por cien de Ibercaja al menos este año, porque no cierran la puerta a la entrada de accionistas, aunque en esa posibilidad ve a socios mucho más cercanos a la filosofía de la caja que a chinos y kuwaitíes.

Además, ha considerado que es el peor momento para intentar tener accionistas y para conseguir un precio adecuado, pero es una "puerta que está abierta" al futuro, aunque para eso hace falta elegir el momento, el socio y el precio adecuados y la gran ventaja que tiene la caja, ha dicho, es su "capacidad de espera".

Amado Franco ha asegurado que este año no tienen en mente la salida a bolsa, porque es el peor momento, además de que hasta el otoño no estará creado el banco, aunque el año próximo, ha dicho, "ya veremos a ver cómo están las circunstancias".

Franco ha avanzado que en mayo se decidirá si se crea uno o dos bancos (que mantendrían el nombre de Ibercaja), si bien ha matizado que la caja se mantiene como tal, con los mismos órganos de gobierno y la Obra Social.

Será la propietaria al cien por cien del banco, que contará con un consejo nombrado por la caja, con una composición distinta, lo cual no implica un aumento de directivos.

Ha hecho hincapié en que la caja no ha tomado esta decisión porque necesite ayudas públicas del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) o juntarse con otras entidades para mejorar sus ratios de solvencia, liquidez o calidad en activos.

"Lo hemos hecho porque queremos ser más competitivos, porque queremos ser más rentables y porque queremos tener la posibilidad de dotar a la obra social año a año con más dinero", ha subrayado.

En el proceso de reestructuración del sector, Ibarcaja ha estudiado varias operaciones con otras entidades, pero siempre ha dado "calabazas", aunque ha comentado, respecto al ser preguntado por la CAM, que analizan "varias alternativas, sin poner nombres".

Uno de los aspectos que más ha influido en la decisión de crear un banco, ha señalado, es el decreto que establece cubrir un capital principal del 8 % a los bancos y del 10 % a las cajas, aunque Ibercaja cumplía con lo fijado porque su nivel de capital principal es del 10,23 %.

Además, ha destacado que ser de los últimos en decidir crear un banco tiene "sus ventajas", porque al no tener "urgencias" se ha podido ver cómo los demás han ido salvando los obstáculos en los procesos de fusión.

La caja, ha recalcado, ha ido pasando con éxito "examen tras examen" (de liquidez, del ladrillo, el test de estrés español y espera, ha dicho, pasar el europeo) y cumple "holgadamente" con el capital principal.

Ha reconocido que salir a los mercados exteriores para suscribir emisiones es caro y, a medio plazo, a su juicio, "no es conveniente en absoluto" para la entidad que preside, cuya filosofía, ha reiterado, no va a cambiar "en absoluto".

Tampoco habrá una reestructuración laboral, ni de oficinas, y los clientes no lo van a notar "en nada", salvo en positivo, porque al ser más competitivos y rentables podrán ofrecer una mejor relación calidad-precio, y la Obra Social podrá contar con más fondos.

Por su parte, el director general de Ibercaja, José Luis Aguirre, ha dicho que la creación del banco persigue mejorar la relación con el mercado y la clientela de la caja, que tiene unos ratios "excelentes", con un "core capital" del 9,7 por ciento, un capital principal del 10,23 por ciento y una morosidad del 3,67 por ciento, cuando la media del sector se acerca al 6 %.