El gobernador del Banco de España, Miguel Ángel Fernández Ordóñez, señaló ayer que es "imprescindible" mantener la continuidad y la ambición de las reformas porque 2011 volverá a ser un ejercicio de ajuste y, para el sistema financiero, "incluso uno de los años más duros".

Durante el XVIII Encuentro del Sector Financiero, celebrado en Madrid, Ordóñez reconoció, además, que la reforma de la gobernanza de las cajas de ahorros y su sometimiento a la transparencia y disciplina de mercado "se deberían haber acometido antes".

Eso sí, consideró que las medidas adoptadas hasta ahora "han impedido la supervivencia de entidades zombies" y valoró la toma de decisiones para incentivar la integración de entidades en otras que calificó de "mejores".

Tras su intervención, el gobernador aseguró que los inversores y el mercado deben tener claro que, tras el proceso de recapitalización, todas las entidades españolas cumplirán los requisitos de capital (8% ó 10%), informó "Europa Press".

Respecto al Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB), subrayó que el compromiso de aportar fondos públicos al sistema "no supone, como se ha dicho, una nacionalización (de las entidades), sino una ayuda de carácter excepcional".

Fernández Ordóñez sostuvo que el decreto de reforzamiento de la solvencia financiera ha evitado un estrangulamiento del crédito, que se habría producido como consecuencia del cierre de los mercados a buena parte de las entidades financieras españolas.

La entrada de capital privado va a exigir a las cajas una "definitiva y clara" profesionalización de su gestión, y quienes están al frente de ellas deberán acelerar las reformas en su gobierno corporativo, porque el mercado "no volverá a prestar a quienes no garanticen una profesionalidad equiparable a la de las demás entidades", indicó.

También descartó de plano que la inyección de capital en las cajas se debiera haber hecho antes, siguiendo el ejemplo de los países que inyectaron cantidades ingentes de dinero público en sus grandes bancos inmediatamente después de la crisis de Lehman Brothers, porque entonces, dijo, se habrían malgastado los recursos públicos.

"Hubiera sido un error, pues los problemas eran distintos. La tarea en España no era, afortunadamente, recapitalizar con urgencia los grandes bancos", remarcó Fernández Ordóñez.

En este sentido, destacó que "lo que era inaplazable era obligar a reestructurarse y sanear unas instituciones pequeñas y medianas, las cajas, alejadas de la disciplina de mercado y que habían prestado en exceso al sector inmobiliario".

Asimismo, consideró "imprescindible mantener la continuidad y la ambición de las reformas", ya que, respecto a 2011, el optimismo debe condicionarse a que dichas reformas no se detengan.

Apuntó que tanto la revisión del sector bancario como todas las que se están abordando ahora, como las del gasto público, el sistema de pensiones y el mercado laboral, se deberían haber hecho durante los años de expansión, "cuando todo parecía ir bien".

Ante este panorama, el gobernador admitió que hay que ser "pacientes" con la marcha de la economía española porque es "pronto" para que pueda volver a una fase de "crecimiento vigoroso". Por ello, insistió en que en España persiste un marco laboral que pone trabas a la creación de empleo y aseguró que "bastaría" con que los empresarios pudieran ofrecer a los actuales cuatro millones de parados "empleos con salarios acordes a su productividad".

VALORACIONES

La bancarización, una oportunidad

El copresidente de Banca Cívica, Enrique Goñi, defendió ayer que la "bancarización" es una oportunidad para las cajas de ahorros que éstas deben aprovechar, al tiempo que recordó que la entidad mantiene su proyecto de salir a Bolsa "cuanto antes". Según dijo, a los gestores de las cajas se les pide que sean eficaces en la "destrucción" y en la reducción de capacidad, pero también deben serlo para crear un proyecto con ilusión, ya que, de lo contrario, "las entidades tendrán una cuenta de explotación saneada, pero faltará la motivación".

El presidente de la Asociación Española de Banca (AEB), Miguel Martín, explicó que hay "intranquilidad" en los mercados y aumenta el riesgo que se puede percibir del sistema financiero español cuando hay entidades que no son capaces de salir por sí misma de la situación en la que se encuentran. Sin mencionar a la CAM, Martín respondió así a los periodistas que le preguntaron cómo afectaba la situación de la caja alicantina a la percepción de los inversores.

En línea con lo expuesto por Fernández Ordóñez, el consejero delegado del Banco Santander, Alfredo Sáenz, dijo que es "importante" que España continúe con las reformas para mantener así la confianza de los mercados, ya que "si se daña" la imagen del país a nivel internacional "se compromete su salud y la del sistema financiero".

En respuesta al gobernador del Banco de España, que calificó ayer el mercado laboral español de "obsoleto e ineficiente", el ministro de Trabajo, Valeriano Gómez, reconoció que "no tenemos el mejor mercado laboral del mundo", pero remarcó que "ahora nuestros problemas están en el mercado financiero".