Las comunidades autónomas de Canarias y Cantabria son las dos que menor uso del transporte público tienen según se desvela en el Informe "La generación de empleo en el transporte colectivo en el marco de una movilidad sostenible" elaborado por CC.OO. y en el que se refleja el carácter "insostenible" del modelo de movilidad estatal y, específicamente, de Canarias.

Según un comunicado del sindicato, el informe considera que el 90% del transporte terrestre que se hace en Canarias es "muy insostenible", por su alto consumo energético, frente al 82% de ese porcentaje a nivel estatal. La gran diferencia la marca el uso del transporte público, que en el ámbito estatal supone el 14% de los desplazamientos, frente al únicamente el 7% en Canarias, ocupando junto a Cantabria el "vagón de cola" del uso del transporte público en España.

El desarrollo del ''car sharing'', empresas de bicicletas (sistemas de préstamo, montaje y reparación de bicis), estacionamiento regulado en superficie, gestión de la movilidad; generación de empleo indirecto en cada sector; apertura de líneas y obra civil relacionada con la creación de una red de carriles-bus; extensión de la red tranviaria y puesta en marcha de los proyectos ferroviarios, etc. son algunos de los yacimientos de empleo que permitirían multiplicar el empleo en el sector de la "ecomovilidad", según las previsiones de CCOO.

Según el Estudio, se puede asociar la creación de 0,53 empleos por cada millón de viajeros/km. transportados en el modelo de "car-sharing", 0,30 empleos para el servicio de guaguas; 0,35 para el servicio de tranvías, y 0,51 empleos por cada millón de viajeros/kilómetro, para el caso del desplazamiento ferroviario.

Por este motivo, CC.OO. Canarias estima que, con esas cifras de creación de empleo, y con un reparto de los modos de transporte con tendencia hacia una mayor sostenibilidad --60% desplazamientos en vehículo privado y 40% en transporte público--, se podrían generar más de 8.000 empleos en el sector de la "ecomovilidad" en los próximos años.

Entre los objetivos que se pueden alcanzar, según la nota, con este giro en la política de movilidad, se encuentran, además, los citados por el informe de referencia, que generarían impactos positivos en la economía y calidad de vida de los entornos urbanos y rurales de Canarias. Así se busca contribuir a detener el calentamiento global atribuible al uso energético, ya que el transporte por carretera y el aéreo son en España uno de los principales emisores de gases de efecto invernadero.

También se quiere mejorar la calidad del aire en las áreas urbanas con efectos sobre la salud de sus residentes, ya que el transporte rodado a motor es el principal emisor de contaminantes dañinos para la salud, dióxidos de nitrógeno y micro partículas, entre otros.

El informe promueve "vitar el despilfarro energético, ya que el bajo rendimiento del motor de explosión (un 15%) y la baja ocupación de los vehículos privados (1,2 personas/vehículo) contribuyen a una enorme ineficiencia energética. La imagen más precisa del derroche energético que supone un coche podría resumirse así: para transportar una persona que pesa en promedio 70 kg hace falta un vehículo que pesa por encima de 1.000 kg y que sólo es capaz de aprovechar para su propia tracción uno de cada siete litros del combustible que necesita.

Se habla además de minimizar las importaciones de derivados del petróleo. En los últimos tiempos los precios de los carburantes han experimentado un crecimiento significativo incrementando de forma muy notable la factura de la enorme dependencia energética del exterior, lo cual ha contribuido a acentuar el déficit de la balanza de pagos. A esto añaden reducir la elevada siniestralidad que caracteriza la dependencia del uso masivo de automóvil y motocicletas.