La tasa de ahorro de los hogares e instituciones sin fines de lucro cayó 4,9 puntos en 2010 y se situó en el 13,1% de su renta disponible, según informó ayer el Instituto Nacional de Estadística (INE).

A pesar de este descenso, que fue consecuencia de la disminución de la renta disponible bruta (-1,8%) y del aumento del gasto en el consumo final (4%), el ahorro de las familias registró el pasado año la tercera tasa más alta desde 2000, tras alcanzar en 2009 su máximo histórico (cerca del 19% de su renta disponible).

El valor total de ahorro de los hogares españoles se situó en 93.191 millones de euros en 2010, y su capacidad de financiación alcanzó los 42.149 millones, el 4% del Producto Interior Bruto (PIB).

El ahorro generado por los hogares, unido a un saldo positivo de 6.748 millones por las transferencias netas de capital percibidas, permitió financiar el flujo de inversión de este sector, que alcanzó los 57.790 millones, un 12,5% menos que el año anterior.

Por su parte, las administraciones públicas registraron una necesidad de financiación de 98.276 millones, dato equivalente al 9,2% del PIB y, según el INE, "estrictamente coherente" con el transmitido el pasado día 31 a las autoridades europeas en el marco del protocolo sobre déficit excesivo.

La necesidad de financiación de la Administración ha pasado de los más de 117.000 millones de 2009 a en torno a 98.000 en 2010 por un aumento de la renta disponible (4,3%) que se explica, fundamentalmente, por el crecimiento de los impuestos netos percibidos (8,1%) y la reducción (-0,9%) del consumo final.

En lo que respecta a las sociedades no financieras, presentaron una capacidad de financiación de 4.563 millones, el 0,4% del PIB, mientras que el resto alcanzó los 10.519 millones, el 1% de la riqueza.

Como resultado de lo anterior, la economía nacional tuvo una necesidad de financiación frente al exterior de 41.045 millones, el 3,9% del PIB y un 1,3% menos que en 2009.

Los analistas consultados ayer por "Efe" coincidieron en que la tendencia a la baja del ahorro de las familias se mantendrá este año, aunque a menor ritmo que en 2010.

El economista jefe de Intermoney, José Carlos Díez, explicó que la tasa de ahorro es la diferencia entre la renta efectiva que entra en un hogar al año (salarios o ingresos por intereses) y su expectativa de renta permanente.

Así, cuando aumenta mucho la tasa de ahorro, "significa que tu expectativa de renta permanente se ha hundido, como pasó en 2008, y viene la recesión", señaló, pero cuando baja dicha tasa quiere decir que aumentan las expectativas y viene la recuperación.

En este sentido, Díez añadió que a los consumidores no hay que mirarlos por lo que dicen en las encuestas, sino por lo que hacen, "y lo que hacen es bajar su tasa de ahorro y consumir", sentenció.

Para el profesor del IESE José Ramón Pin, la bajada de la tasa de ahorro se debe fundamentalmente a que el ciudadano confía en el mañana y no ve necesario "sacrificar su consumo actual por el del futuro" o a que su renta disponible haya bajado y no tenga capacidad de ahorrar.

"Dadas las circunstancias de la economía en 2010 es mucho más probable que se deba a la segunda hipótesis", señaló Pin, quien auguró para este año que se mantendrá la tasa o disminuirá un poco.

Esta situación, dijo, es "gravísima" porque la tasa de ahorro es el principal impulsor de la inversión, "que es el desarrollo futuro".

Por su parte, la analista de la Fundación de las Cajas de Ahorros (Funcas) María Jesús Fernández dijo que no se puede esperar que los hogares vuelvan a gastar y que sea el consumo el que "tire" de la economía porque "venimos de una etapa de vivir por encima de nuestras posibilidades, y nos hemos endeudado mucho".

Por tanto, el ahorro debe seguir elevado y la inversión doméstica, básicamente la vivienda, reducida hasta sanear los balances.

En su opinión, la recuperación de la economía debe apoyarse en el sector exterior.