Al igual que ocurrió en 1640, cuando el reino de Portugal se independizó de la corona española, España ha logrado esta semana separar completamente su destino del país vecino y convencer a los mercados de que ni su sistema financiero ni su deuda soberana comparten las tribulaciones portuguesas.

Así, la bolsa española cerró la semana con un alza del 0,18 %, gracias a la subida registrada el viernes y pese a los recortes sufridos por los bancos cotizados, con lo que el beneficio acumulado desde comienzos de año se ampliaba hasta el 8,83 %.

El selectivo español ignoraba el lunes la rebaja aplicada por la agencia de medición de riesgos Standard & Poors a cinco entidades financieras portuguesas e, impulsada por las compañías de energías renovables, consolidaba los 10.700 puntos.

La misma agencia estadounidense castigaba el martes la deuda soberana lusa hasta situarla sólo un escalón por debajo de la calificación de "bono basura", una rebaja que sí afectaba a la cotización de los bancos españoles.

Al día siguiente la certeza de que Portugal tendrá que pedir ayuda a la Unión Europea disparaba la prima de riesgo lusa -que se mide con el diferencial entre el bono nacional a diez años y el alemán del mismo plazo- hasta niveles nunca vistos.

El rendimiento del bono portugués a diez años superaba, por primera vez en la historia el 8 %, en tanto que el español se mantenía estable ligeramente por encima del 5 %.

El retroceso de los bancos cotizados era contrarrestado por las subidas de los grandes valores del mercado, que lograban que la sesión cerrara en tablas y que el IBEX cerrara con un insignificante descenso del 0,03 %.

El jueves, la bolsa española daba por cerrado el primer trimestre del año con una revalorización del 7,28 %, un símbolo del respaldo de los inversores a la deuda soberana española y del apoyo de las instituciones europeas a las reformas emprendidas por el Gobierno.

No obstante, el mes de marzo se saldaba con un descenso del 2,53 %, indicativo del pulso que el mercado de renta variable español ha mantenido -con éxito-, para alejarse del resto de países periféricos de la Unión Europea.

El empujón definitivo llegaba el viernes del otro lado del Atlántico, donde el índice de desempleo bajó una décima en marzo, hasta el 8,8%.

De los principales valores del IBEX, Iberdrola subió en la semana el 1,83 %; Repsol YPF, el 0,99 % y Telefónica, el 0,90 %, mientras que el Banco Santander bajó el 1,34 % y BBVA, el 3,61 %.

En concreto, BBVA fue el que más bajó en la semana, seguido de Telecinco, que cayó el 3,19 %; Banco Popular; el 3,13 % y el Banco Sabadell, el 2,82 %.

Los que más subieron fueron Gamesa, el 6,40 %; Gas Natural, el 4,84 % y Abertis, el 4,60 %.

La próxima semana, en la que el IBEX partirá de los 10.729,90 puntos, el BCE acaparará el jueves toda la atención cuando confirme la subida de tipos de interés en la zona del euro, actualmente en el 1 %, algo que no ocurre desde julio de 2008.

También habrá novedades en el proceso de reestructuración financiera de las cajas de ahorros, y se conocerán los datos del paro registrado en España en marzo.