El Consejo de Ministros acordó ayer remitir al Parlamento el proyecto de reforma de la Ley Concursal, que permitirá que la banca pueda imponer acuerdos de refinanciación de deudas y favorecerá la aportación de liquidez a empresas en dificultades con el objetivo de frenar los concursos de acreedores.

El vicepresidente Pérez Rubalcaba explicó que la reforma de la Ley Concursal, cuyos principales detalles fueron adelantados en diciembre, es "importante" porque "facilita la viabilidad de las empresas" y busca "aliviar" la carga de trabajo que afrontan los juzgados mercantiles, los que tramitan estos procedimientos.

Segunda oportunidad

El Ministerio de Justicia destacó de hecho que la nueva normativa "configura el concurso de acreedores como una segunda oportunidad", ya que mejora las alternativas a estos procesos, como son las refinanciaciones de deuda. Entre las principales novedades de la reforma destaca que una mayoría de entidades financieras podrá imponer al resto un acuerdo de refinanciación de deuda, con lo que se evitan así las minorías de bloqueo que han llevado a muchas sociedades al concurso de acreedores. Esa imposición al resto de acreedores exigirá en cualquier caso el apoyo de acreedores financieros que ostenten el 75% de las deudas bancarias y que un experto certifique la viabilidad de la sociedad.