Los profesionales que trabajan en la industria aplauden que constantemente se mire a este sector como protagonista del deseado cambio de la estructura productiva del Archipiélago, pero insisten en advertir de que el mismo sólo avanzará si se dan las condiciones adecuadas y, sobre todo, si se aportan recursos. La prudencia expresada por la Asociación Industrial de Canarias (Asinca) respecto a las iniciativas de apoyo al sector por parte del Gobierno autonómico es compartida por el Colegio de Ingenieros Técnicos Industriales de la provincia tinerfeña (Coititf). Su titular, Antonio Rodríguez, señala que la actual coyuntura económica y financiera "hace muy difícil consolidar el crecimiento de la industria en el Producto Interior Bruto (PIB) de las Islas".

Rodríguez, que lleva al frente del Coititf desde julio de 2006, valora medidas como la Ley de Medidas Urgentes de Ordenación Territorial -enfocada a favorecer la implantación de actividades productivas- y la Estrategia de Desarrollo Industrial de Canarias (EDIC), dado que es "fundamental -comenta- que aumente la participación de la industria en la economía isleña. Es necesario cuando la explotación turística, que es casi un monocultivo, no aguanta más y cuando el binomio que forma junto con la construcción como único motor de desarrollo está definitivamente cuestionado".

Confianza en la EDIC

Para diversificar este esquema, sin embargo, las citadas iniciativas "resultan insuficientes", apunta este ingeniero técnico, tejinero de nacimiento y especializado en mecánica por la Escuela Universitaria Politécnica de Las Palmas. "La mayoría de las actividades industriales no tienen rentabilidad a corto plazo, ya que cuentan con periodos de amortización más largos. Por este motivo -reclama-, los distintos organismos implicados deben avanzar en la articulación de ayudas que faciliten la implantación de actividad industrial, que contribuirá a crear empleos de calidad".

Además, considera que la EDIC, el instrumento más ambicioso aprobado en Canarias para impulsar el sector desde el fallido Pdinca, cuenta con el handicap de las restricciones presupuestarias, que "no ayudarán a cumplir con las metas trazadas", señala Rodríguez, que de todas formas insta a "creer en ella". En detalle, apuesta por mejorar de inmediato el acceso al suelo industrial "evitando actividades especulativas".

A pesar de la crisis reinante, el presidente de los ingenieros técnicos industriales tinerfeños expone que la formación "de base generalista" de este colectivo, que permite acceder a "muchos y variados puestos de trabajo", hace que el actual índice de ocupación sea "relativamente alto" en la profesión. Entre las actividades con tirón laboral, Rodríguez cita las nuevas tecnologías, la energía, las instalaciones técnicas y los mantenimientos.

A esta adaptación a distintas ocupaciones contribuye también su Colegio, que propone "día a día" una acción formativa al colectivo en todas las ramas. "Redunda en una mejor prestación de servicios a la ciudadanía. Nuestra participación en el sector industrial se traduce, por ejemplo, en la emisión del Visado de Calidad y Conformidad de los proyectos de instalaciones eléctricas", que garantiza la seguridad y debería extenderse, añade, a otros subsectores de actividad.