Las cajas de ahorros todavía dependen de la financiación barata a corto plazo que ofrece el Banco Central Europeo (BCE) en un momento en que las condiciones en los mercados financieros son frágiles.

Así lo dice el Consejo de Estabilidad Financiera (Financial Stability Board-FSB) en un informe publicado hoy y cuyo objetivo es examinar los pasos que ha dado España para hacer frente a las recomendaciones hechas en 2006 respecto a la regulación y supervisión financiera.

El informe destaca que el BCE prestó a los bancos españoles casi 150.000 millones de euros a mediados de 2010, más que a otros países como Grecia, Irlanda o Portugal.

Esta cantidad ha bajado paulatinamente en el segundo semestre de 2010 hasta 70.000 millones de euros.

El BCE prestó casi 140.000 millones de euros a finales del pasado año a los bancos de Irlanda.

Este organismo internacional, con sede en el Banco de Pagos Internacionales (BPI) de Basilea y creado para promover la estabilidad financiera, destaca que las condiciones en los mercados financieros siguen siendo frágiles por la preocupación del mercado de que España pueda tener los problemas que han tenido otros países europeos.

El organismo supervisor destaca que España pudo capear las fases iniciales de la crisis financiera global bien en comparación con otras economías avanzadas principalmente por una "posición reguladora fuerte y una supervisión sana, así como un modelo de banca minorista eficiente".

En este sentido, el FSB elogia la acción del Banco de España en regulación y supervisión al exigir a los bancos españoles provisiones mínimas para cubrir pérdidas por créditos morosos durante la crisis.

Pero se mantienen riesgos relacionados con la calidad de los activos y de la financiación, desigualmente distribuidos por las instituciones de crédito.

"El sector de las cajas de ahorros se ha visto afectado particularmente y sufre una significativa reestructuración y disminución de tamaño", según el Consejo de Estabilidad Financiera.

Las perspectivas para la mayor parte de las instituciones de crédito pasa por la reducción de los márgenes de intereses netos y más pérdidas por impago de créditos en un momento de ajuste fiscal que durará varios años, endeudamiento de los hogares y elevado desempleo.

España deberá identificar nuevas fuentes de crecimiento para el futuro y, en particular, su sector financiero dada la severa contracción del sector inmobiliario y actividades financieras relacionadas.