Convencidos de que en el mundo hay "espacio suficiente" para el crecimiento de la India y China, ambos países apostaron hoy por minimizar sus diferencias y desarrollar el comercio bilateral durante la visita a Delhi del primer ministro chino, Wen Jiabao.

Wen llegó ayer a la capital india y se reunió hoy con su homólogo indio, Manmohan Singh, junto a quien presidió la firma de media docena de acuerdos relativos, entre otros, a los sectores bancario, de energías renovables y los intercambios culturales.

"Nuestra relación ha superado la dimensión bilateral y ha asumido un significado global y estratégico (...) El hecho es que cuando la India y China hablan con una sola voz, el mundo escucha", afirmó Singh en la recepción a su visitante chino.

En palabras del dirigente chino, la ambición bilateral es forjar un "consenso estratégico" en los temas clave para ambos países, como el desarrollo económico, el terrorismo, el cambio climático, sus litigios territoriales o la reforma del sistema internacional.

La visita de Wen ha servido para establecer un nuevo objetivo en intercambios comerciales, fijado ahora en 100.000 millones para 2015, aunque persiste la preocupación por parte india sobre el desequilibrio del comercio, muy favorable a China.

En los primeros diez meses de este año, los intercambios superaron ligeramente los 49.800 millones de dólares y el objetivo es cerrarlo con 60.000 millones.

"Hay espacio suficiente en el mundo para el desarrollo de la India y de China y, desde luego, áreas suficientes para que ambos cooperen", afirmaron ambos líderes en el comunicado conjunto emitido al término de su despacho en Delhi.

Según el documento, la India y China impulsarán sus contactos políticos con la puesta en marcha de una línea telefónica directa ente Singh y Wen y el establecimiento de un sistema anual de intercambios de visitas entre los ministros de Exteriores.

En los últimos años, China y la India han mantenido negociaciones y han coordinado posiciones en asuntos complejos, como las negociaciones de la Ronda de Doha, las discusiones sobre el clima en Copenhague o la reforma del sistema financiero internacional.

La voluntad de abrir mercados y los intercambios comerciales han servido también para aminorar la intensidad de sus reivindicaciones fronterizas y sus contenciosos políticos, que han enturbiado en el pasado las relaciones bilaterales y son aún fuente de desconfianza.

Parte de la frontera común está en disputa -ya libraron una guerra en 1962 por este motivo-, y amplias zonas de Asia y África son objeto de una lucha de influencia entre las dos potencias, por motivos tanto estratégicos como de acceso a recursos energéticos.

"Ambas somos naciones grandes y viejas, así que es natural que tengamos puntos de desacuerdo", afirmó hoy Wen durante un discurso pronunciado ante la comunidad diplomática en el Instituto Indio de Asuntos Mundiales.

"Los distintos factores (de desacuerdo) no pueden impedir que establezcamos una relación cooperativa (...) Somos amigos, no rivales. Siempre seremos amigos y no rivales", añadió.

El Gobierno chino sigue sin dar su apoyo explícito a la demanda india de un asiento permanente en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas: hoy se limitó a decir que "entiende y apoya" la aspiración del país de tener un "rol mayor" en ese organismo.

Además, China recrimina a la Administración india el apoyo y asilo que concede a los dirigentes tibetanos en el exilio, con el Dalai Lama a la cabeza, mientras que la India desconfía de los vínculos chinos con Pakistán, su enemigo tradicional.

Para la India, uno de los temas candentes es el hecho de que China grave desde hace dos años los visados que concede a los ciudadanos de la Cachemira india, una manera elegante de cuestionar la soberanía india sobre ese territorio en disputa con Pakistán.

"China se toma nuestra preocupación en serio. Los funcionarios de ambas partes deberían mantener consultas en profundidad para que el asunto pueda resolverse satisfactoriamente", dijo hoy en rueda de prensa la secretaria india de Exteriores, Nirupama Rao, remitiéndose a lo manifestado por Wen.

Tras reunirse hoy con los principales líderes políticos indios, Wen pondrá mañana rumbo a Pakistán, precisamente, en una visita que, según Rao, "no guarda conexión alguna con la relación China-India".