La Reserva Federal de Estados Unidos (FED) mantuvo hoy su controvertido plan de estímulo monetario de 600.000 millones de dólares y dejó los tipos de interés por debajo del 0,25 por ciento, lo que fue recibido con alivio en Wall Street.

A pesar de que era previsible que el banco central estadounidense no aprobaría ningún cambio de dirección en su última reunión del año, el parqué neoyorquino celebró la publicación del comunicado de la Reserva tocando momentáneamente su nivel más alto desde septiembre de 2008.

Los inversores, hacia elfinal de la sesión, dejaron de comprar y los principales índices de Wall Street cerraron con tímidos ascensos: El Dow Jones subió un 0,42 por ciento, el selectivo S&P 500 volvió a quedar casi plano al avanzar un 0,09 por ciento y el índice compuesto del mercado Nasdaq ascendió un 0,11 por ciento.

Durante el día, los operadores estuvieron pendientes del resultado de esa reunión, que no se hizo público hasta una hora antes del cierre del parqué, cuando se publicó un comunicado en el que el banco central señaló que "la economía continúa su recuperación pero a un nivel que sigue siendo insuficiente para rebajar el desempleo".

Por esa razón la Reserva Federal defendía mantener su política de estímulo monetario, que supone la inyección de 600.000 millones de dólares a través de la compra de bonos para impulsar la economía, así como mantener los tipos de interés por debajo del 0,25 por ciento.

El plan de estímulo ha sido ampliamente criticado desde diferentes sectores: en Europa y China es recibido como un intento de debilitar artificialmente el dólar, mientras que dentro de Estados Unidos se teme que genere inflación.

Esos temores provocaban que poco después de publicarse el comunicado de la Fed el precio de la deuda pública estadounidense a diez años cayese y su rentabilidad -que evoluciona de forma inversa- llegase a tocar el 3,46 por ciento, su nivel más alto desde mayo.

Antes de que abrieran hoy los mercados en Nueva York se conoció el aumento del 0,8 por ciento de las ventas de los minoristas de Estados Unidos en noviembre, lo que supone el tercer incremento mensual consecutivo y lo que superó las previsiones de los analistas, que habían pronosticado un avance del 0,6 por ciento.

El Departamento de Comercio de este país informó además de que los consumidores estadounidenses gastaron más en gasolina, ropa, artículos de esparcimiento y compras en internet y apuntó que si se excluyen las ventas de vehículos automotores el negocio de los minoristas habría aumentado un 1,2% el mes pasado.

En los últimos tres meses las ventas de los minoristas han crecido a una tasa anualizada del 7,8%, según el Gobierno, lo que fue bien recibido por los inversores, que favorecieron que los mercados se mantuvieran en territorio positivo durante prácticamente toda la sesión.

Una de las caídas más llamativas de la jornada la protagonizó la mayor cadena de tiendas del mundo especializada en productos electrónicos, Best Buy, que descendió el 14,82 por ciento después de rebajar su previsión de ganancias y de cuota de mercado para el conjunto del año.

Esta compañía detalló además antes de la apertura del mercado que su beneficio en el tercer trimestre fiscal cayó un 4,4 por ciento interanual y su facturación un 1,1 por ciento, afectada en parte por la caída de la demanda de sus productos y el avance de algunos competidores, como Wal-Mart, Amazon, Target o Costco.

El conocido portal de internet Yahoo bajó un 0,4 por ciento en un día en el que anunció que reducirá su plantilla en un cuatro por ciento, lo que supondrá el despido de unos 600 empleados, en un esfuerzo para mejorar sus finanzas.

En otros mercados, el oro subió hasta los 1.404,3 dólares por onza, el petróleo bajó hasta los 88,28 dólares por barril y el dólar se fortaleció, de manera que por un euro se pagaban 1,3381 dólares, comparado con los 1,3392.