El ministro de Fomento, José Blanco, dijo hoy que cuando concluya el estado de alarma se intensificarán las conversaciones con los controladores, pero que si el 31 de enero próximo no se ha llegado a un acuerdo, habrá que adoptar otras decisiones "en relación con la negociación colectiva".

Durante su réplica a los grupos parlamentarios en la Comisión de Fomento, Blanco, que no descartó el arbitraje para solucionar el conflicto con los controladores, aseguró que no cederá al "chantaje" ni "se dará carpetazo a la reforma" de la navegación aérea.

Blanco se mostró a favor de prorrogar el estado de alarma, aunque declinó desvelar los motivos antes del Consejo de Ministros extraordinario que pedirá esta tarde que el Parlamento le apoye en la continuidad de esta medida excepcional.

En su respuesta a los grupos, Blanco se sorprendió de que algunos portavoces crean a los controladores cuando aseguran que su intención no es repetir en las próximas fiestas de Navidad el plante que generó un caos en el pasado puente de la Constitución.

Recordó que en agosto los controladores se comprometieron a mantener una situación de normalidad hasta el 31 de diciembre y que lo han incumplido.

Esta tarde el Consejo de Ministros verá "distintos informes" que sostienen y argumentan la recomendación de prolongar el estado de alarma, explicó.

El ministro reconoció que sabía que esta reforma no iba a ser "un camino de rosas" porque es difícil destruir "el edificio de privilegios" de los controladores.

Insistió en la firme determinación de conseguir que los controladores tengan una situación equiparable a la del resto de la Unión Europea y dijo que Aena seguirá siendo una empresa pública que funcionará en red con los aeropuertos, en "un modelo abierto".

Blanco insistió en que el problema de los controladores no es laboral, sino un "desafío" de este colectivo que tiene como objetivo consolidar sus privilegios

El portavoz del PP Andrés Ayala afirmó que Aena ha fracasado de forma "estrepitosa" en su negociación con los controladores y dijo que el Gobierno no debe "esconder" su fracaso detrás de ellos.

Consideró que la situación se le había ido al Gobierno de las majos y criticó que Blanco no diera más detalles sobre la prórroga del estado de alarma.

El diputado del BNG Francisco Jorquera dijo que la solución no es la privatización, sino superar un modelo centralista, y acusó al ministro de sobreactuar, mientras que el portavoz de ERC Joan Ridao censuró que Blanco no explicara las razones por las que se quiere prolongar el estado de alarma.

Gaspar Llamazares, de IU, dijo que el ministro no había explicado qué va a hacer el Gobierno para evitar una medida como la del estado de alarma y jose Ramón Beloqui, del PNV, se sumó a la petición de saber cómo se va a salir de esta situación.

Desde CIU, Pere Macías abogó por un mecanismo de arbitraje para poner fin a la situación, se mostró a favor de una reforma estructural de la navegación aérea y reconoció que todos han tolerado "lo intolerable".

El diputado socialista Rafael Simancas dijo que los auténticos culpables son los controladores.