El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, según se hizo público ayer, ha convocado el próximo sábado en el Palacio de La Moncloa a los dirigentes de las 30 principales empresas españolas con el fin de hablar de la situación de los mercados y de la economía española.

Los analistas coinciden en que esta cita puede servir para arrancar el compromiso de los grandes empresarios de trasladar una mejor imagen de España en el exterior. Ahora bien, insisten en que para recuperar el crédito en los mercados internacionales el Gobierno debe cumplir con sus promesas y demostrar que es capaz de reducir el déficit público y llevar a cabo las reformas estructurales necesarias, como la del sistema de pensiones.

Al mismo tiempo, abogan por que el Banco Central Europeo dé un mensaje de tranquilidad ofreciendo la garantía de que alargará las medidas de liquidez para las entidades financieras, tras el rescate de Irlanda.

inversores

La desconfianza se mantiene

La prima de riesgo o desconfianza de los mercados a invertir en España se mantuvo ayer en máximos desde la creación del euro y el interés del bono español a 10 años superó el 5%, nivel que no alcanzaba desde julio de 2002 y que obliga al Tesoro a asumir un mayor coste en emisiones futuras.

El temor al contagio de la crisis de Irlanda a otros países hizo que un día más los inversores optaran por desprenderse de deuda europea, aunque tras la apertura de Wall Street se decantaron por comprar acciones en el Viejo Continente, lo que permitió el cierre al alza en los principales parqués. Al final, la Bolsa española consiguió anotarse una subida del 0,52% y recuperar los 9.700 puntos, a pesar de que en las primeras horas de sesión llegó a retroceder el 1,28%. El alza apenas compensa el 3,05% que perdió un día antes, ni el 2,7% que retrocedió el lunes.

Al margen de la renta variable, en el mercado secundario de deuda los bonos españoles siguieron perdiendo atractivo, y el interés que exigían los inversores se disparó hasta el 5,06%, frente al 4,894% del martes. La presión llegó también sobre el bono alemán a 10 años, considerado el de mayor solvencia en Europa, lo que empujó su rentabilidad desde el 2,600% al 2,707%. Por eso, si se compara el interés del bono alemán con el español a 10 años, la diferencia entre ambos, que sirve para medir la mayor percepción del riesgo de invertir en España, se mantuvo en 235 puntos básicos. En cualquier caso pudo haber sido peor, ya que a lo largo de la sesión el diferencial llegó a batir otro nuevo récord en la era del euro al rozar los 250 puntos básicos.

Portugal, el país que los mercados consideran que será el siguiente en tener que solicitar ayuda de la UE, vivió ayer una jornada de huelga general y el castigo de los inversores que al desprenderse de su deuda empujaron el interés del bono luso al 6,796%.