Un paro de tres horas convocado para el mediodía de hoy en Atenas por los sindicatos mayoritarios para protestar contra nuevas medidas de austeridad previstas por el Gobierno griego ha afectado al transporte y los servicios públicos.

La Confederación General de Trabajadores (GSEE), que representa a unos dos millones de trabajadores, y la "Unión de Funcionarios Públicos" (Adedy), con unos 750.000 afiliados, han instado a sus miembros a ausentarse de sus puestos de trabajo entre las 12.00 y las 15.00 hora local (10.00-13.00 GMT).

Además han convocado a celebrar dos manifestaciones en el centro de Atenas.

Los autobuses empezaron a funcionar con dos horas de retraso esta mañana, a partir de las 07.00 hora local (05.00 GMT), lo que ha afectado ya el transporte de la gente a su trabajo, y se esperan más problemas por la noche, puesto que se detendrán a las 22.00 hora local (20.00 GMT), es decir, dos horas antes de lo habitual.

En el servicio ferroviario, el paro causa cerca de una decena de cancelaciones y modificaciones.

El tren de cercanía hacia el aeropuerto internacional y los troles dejarán de funcionar entre las 12.00 y las 15.00 hora local, mientras que metro y los tranvías no circularán durante cuatro horas a partir las 12.00.

Mientras los trabajadores en los puertos continúan desde el martes sus protestas por reivindicaciones laborales, que han dejado sin transbordadores a las islas del mar Egeo, al este, los vuelos se llevan a cabo con normalidad porque los controladores aéreos no participan en el paro.

Sí se verán afectados numerosos servicios, como escuelas, jardines infantiles, bancos, oficinas de hacienda, ministerios, cajas de seguro social y la atención en los hospitales públicos, donde se han cancelado operaciones y sólo se atenderán casos de urgencia.

Los trabajadores griegos protestan contra las intenciones del Gobierno de reducir el sector público, de forma que a partir de 2011 por cada cinco funcionarios que se jubilen entrará sólo un nuevo empleado.

Se oponen también al plan de cerrar organismos estatales redundantes y no renovar contratos temporales.

Además, exigen que el Gobierno proteja el sueldo mínimo de 740 euros al mes en los nuevos acuerdos laborales entre los empleados y la patronal.

En los próximos cien días el Ejecutivo socialista deberá implementar nuevas medidas, entre otros para mejorar la recolección de impuestos, con el fin de poder cumplir con las metas económicas de 2010, como reducir el déficit fiscal al 9,4% del Producto Interno Bruto (PIB), desde el 15,4% con el que cerró hace un año.