El secretario de Estado de Economía, José Manuel Campa, insistió hoy en que se tomarán medidas adicionales si la economía en 2011 evoluciona peor de lo previsto por el Gobierno, con el objetivo de garantizar que el déficit público no supere el 6% del PIB el próximo año.

El compromiso es cumplir con ese objetivo, ligado al cuadro económico del Gobierno, que prevé un avance del PIB del 1,3% en el conjunto de 2011, frente a la media del 0,7% de los principales organismos internacionales, recordó Campa en su comparecencia en la Comisión de Presupuestos del Senado.

El Gobierno está convencido de que sus previsiones económicas se cumplirán, y si no es así, Campa argumentó que las seis décimas que hay entre el avance que estima el consenso internacional y el del Gobierno supondrán "como mucho" tres décimas de desviación en el déficit público, es decir, éste se elevaría al 6,3%.

Ante esto, el Ejecutivo admite que tomaría medidas, en las que ahora no piensa, para conseguir bajar ese saldo negativo al 6% y avanzar en la consolidación de las cuenta públicas, ya que "los objetivos de déficit fiscal son incondicionales y absolutamente independientes de la evolución del cuadro macroeconómico".

En cuanto a la situación actual, Campa consideró que, ante los riesgos de un sistema financiero convulso, la mejor respuesta del Gobierno es seguir ahondando en las reformas estructurales y ser "más exigentes que nunca" con los compromisos de reducción del déficit público.

Además, explicó que uno de los principales componentes de la recuperación económica es la generación de confianza para que haya ahorro, necesario para reducir el endeudamiento, pero también consumo, que anime a las empresas a hacer inversiones.

Sin embargo, reconoció que en el sector privado está la "vulnerabilidad" de que la mayor parte de su deuda está a tipos de interés variables, por lo que si el coste sigue aumentando, la inversión podría disminuir y ello acabaría afectando a la recuperación económica.

Por el contrario, consideró que no debería haber ningún problema con la sostenibilidad de la deuda pública española, ya que su proporción respecto al PIB está 20 puntos porcentuales por debajo de la media europea.

Respecto a los presupuestos, lo más significativo fue el elogio del senador del PP Francisco Utrera a la austeridad de las cuentas públicas, algo que Campa agradeció, al tiempo que le animó a trasladar al resto del Partido Popular el apoyo parlamentario.