La quinta cumbre del G20 comenzó hoy en Seúl con una cena de trabajo, a la que seguirá una sesión plenaria mañana, viernes, en la que los líderes de los países ricos y emergentes buscarán compromisos eficaces contra los desequilibrios globales.

El presidente surcoreano y anfitrión de la reunión, Lee Myung-bak, recibió a los 21 jefes de Estado o de Gobierno que asisten a la cumbre en una ceremonia de bienvenida en el Museo Nacional de Corea, símbolo cultural del país asiático.

También asisten líderes de organizaciones internacionales, entre ellos el secretario general de la ONU, el surcoreano Ban Ki-moon, además de la presidenta electa de Brasil, Dilma Rousseff.

Tras los saludos arrancó una cena en la que se espera que los mandatarios aborden como cuestión prioritaria el espinoso asunto de los tipos de cambio, que ha suscitado encendidos cruces de críticas, y sobre el que todavía no existe un acuerdo.

Estados Unidos acusa a China de mantener el yuan devaluado artificialmente para incrementar su competitividad, pero a la vez es objeto de críticas por el posible efecto sobre el dólar de su reciente plan de estímulo monetario, que incluye una inyección de 600.000 millones de dólares.

Está previsto que los negociadores continúen sus reuniones hasta entrada la noche para tratar de acercar posturas antes de la sesión plenaria.

En el encuentro de mañana, los líderes tienen previsto dar luz verde a la reforma del Fondo Monetario Internacional (FMI) y abordar además temas como la creación de mecanismos para limar los desequilibrios y la reforma de la regulación financiera.

El grupo de los Veinte se creó en 1999 pero se consolidó como el principal foro económico mundial a raíz de la crisis económica global en 2008.

Antes del inicio de la cumbre Lee saludó con especial efusión a la presidenta de Argentina, Cristina Fernández, quien, vestida con chaqueta negra y falda del mismo color, recibió el pésame del mandatario y su esposa por la muerte de su marido, el ex presidente Néstor Kirchner.

La cumbre de Seúl supone la primera visita al extranjero de Fernández tras el repentino fallecimiento de Kirchner, el 27 de octubre.

A la cena asistieron todos los mandatarios del G20 excepto Nicolas Sarkozy, que llegará a Seúl mañana y quien ha delegado en la titular de Finanzas, y los mandatarios de Arabia Saudí e Indonesia, representados por sus ministros de Exteriores.

El ceremonial de bienvenida tuvo un marcado sabor cultural, con una escolta de guardias vestidos en traje tradicional flanqueando el recorrido de los mandatarios y líderes de organizaciones, de los que solo 14 acudieron con sus esposas.