La necesidad de bancos y cajas de buscar nuevas fuentes de liquidez, internas y externas, ha derivado en un pulso por la captación del ahorro de familias y empresas que, para algunos analistas, colisiona con la propia filosofía que subyace tras la reforma en curso del sistema financiero y su supervisión. El hecho de que CatalunyaCaixa, que se ha acogido a las ayudas del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB), haya lanzado un depósito al 4,75% para dinero nuevo, la remuneración más alta del mercado en este momento, es una evidencia más de que en el sistema bancario español se está librando una auténtica guerra por la supervivencia.

Con los tipos básicos de interés en la eurozona situados en el 1% desde hace diecinueve meses, remunerar con medias ponderadas que rebasan con holgura el 2% el ahorro de familias y empresas sólo puede calificarse como "descabellado", aseguran fuentes del sector, que prefieren permanecer en el anonimato. Agregan que en el caso de CatalunyaCaixa "ésta no compite en igualdad de condiciones con otras entidades financieras, puesto que ha recibido dinero público vía FROB".

Para distintos expertos, estamos ante un escenario sin precedentes caracterizado por la necesidad imperiosa, de "franca supervivencia", de las instituciones bancarias de utilizar productos agresivos para no perder terreno en una lucha por la liquidez que se ha visto agravada por la pérdida de clientes provocada por la reestructuración y las dificultades de acceso a los mercados dinerarios.

CCM, CajaSur, Popular o Bankinter son algunas de las firmas que han hecho ofertas agresivas en los últimos meses. Pero no hay que olvidar que al estallido de esta guerra contribuyeron los dos grandes: Santander y BBVA.

Prudencia

Ahora, en pleno recrudecimiento de la llamada "guerra del pasivo", el propio subgobernador del Banco de España, Javier Aríztegui, admitió el pasado día 29 de octubre, sin mencionar a ninguna firma, que en el caso de aquellas entidades que han recibido ayuda del FROB, "se habrá de actuar con especial prudencia a la hora de acometer las estrategias de captación de depósitos minoristas precisamente por el apoyo con fondos públicos recibido, y acelerar al máximo la culminación de sus planes de integración y reestructuración".

Aríztegui hizo esta discreta referencia a un problema que preocupa cada vez más al sistema financiero en su conjunto durante su intervención en el XIX Congreso Nacional de Auditoría, que se produjo pocas fechas después de que se hiciera público, el pasado octubre, el Informe de Estabililidad Financiera, de periodicidad semestral. Éste concluye que el encarecimiento de la financiación mayorista asociado a las tensiones en los mercados de deuda soberana ha intensificado el interés de las instituciones financieras españolas por la captación de nuevos depósitos minoristas. También pronostica que mientras persista el mayor coste de la financiación mayorista, los costes de financiación se van a ver presionados al alza, en particular, por los efectos de las estrategias de captación de depósitos minoristas en España. "Dicha presión se traslada a los márgenes de cada entidad y del conjunto del sistema. Por ello, aquellas que acometan estas estrategias deben valorar, en función de sus fortalezas y de su rentabilidad, los retos que les plantean". Para muchos, el Banco de España se muestra en exceso contemporizador con una estrategia para captar liquidez que puede acabar en una peligrosa alteración de la competencia. Y que tiene visos de dilatarse en el tiempo, ya que, de entrada, la banca española necesitará 141.000 millones de euros hasta finales de 2011 para no sufrir problemas de liquidez, según cálculos de Analistas Financieros Internacionales (AFI), que también pronostica que la captación de nuevos recursos de clientes aportará al sector más de 15.000 millones de euros el próximo año.

Siempre según AFI, el 25% de los bancos y cajas españoles tendrá una posición holgada de liquidez y sólo necesitaría pedir al Banco Central Europeo un 3% de sus necesidades de financiación. Ahora bien, la realidad para el conjunto es que sólo en vencimientos de deuda hasta el 31 de diciembre de 2011, bancos y cajas tienen que hacer frente a compromisos por un importe de 244.000 millones.

El proceso de racionalización del sistema financiero, al que se han sumado, además del grueso de cajas de ahorros, algún banco y donde también empiezan a observarse movimientos de cooperativas, está suponiendo "un trabajo muy importante que no debe decaer", aseguró con rotundidad Aríztegui en su intervención del pasado día 29, en la que elogió "el consenso existente entre los reguladores internacionales sobre la necesidad de contar con una supervisión más estrecha para detectar mejor los riesgos y actuar sobre ellos desde el primer momento".

Supervisión más estrecha

Estas reflexiones de Aríztegui parecen hundir sus raíces en el Informe de Estabilidad Financiera, en cuya introducción se advierte de que la coyuntura general sigue siendo difícil, porque la evolución de la economía todavía no ha despejado sus incertidumbres, por la exposición al sector de construcción y promoción inmobiliaria y por la situación de los mercados de financiación internacionales, pese a haber mejorado desde finales de julio de 2010.

Los datos del regulador indican que la inversión "potencialmente problemática" del sector bancario en construcción y promoción inmobiliaria alcanzó al cierre del primer semestre los 181.000 millones de euros, lo que supone un incremento del 9% en comparación con diciembre de 2009 (166.000 millones).

En todo caso, en el conjunto del crédito los ratios de dudosos amortiguan su ritmo de aumento.

Los autores del Informe de Estabilidad Financiera publicado en octubre dan por hecho que el sector bancario seguirá sometido a elementos de presión mientras que no se recupere plenamente la confianza de los inversores y la economía española no retorne a una senda de crecimiento. Por estos motivos, agregan, es imprescindible afianzar las medidas adoptadas por las autoridades públicas, tanto en lo relativo a la consolidación fiscal y a las reformas económicas estructurales, como a los procesos de reestructuración del sector, reforzados por el notable impulso que darán las modificaciones introducidas en la Ley de cajas de ahorros.

En el mismo estudio se pone de relieve que los mercados financieros internacionales, tras una evolución relativamente favorable en la segunda mitad de 2009, han registrado episodios de notable tensión en 2010, especialmente en el segundo trimestre del año, cuando éstos se cerraron para España como consecuencia de la crisis de la deuda soberana. Estas incertidumbres se han atenuado para el país en los meses de agosto y septiembre, en parte como consecuencia de la publicación de las pruebas de resistencia. Pese a ello, estos contratiempos se ha dejado sentir en el patrimonio de los fondos de inversión, no sólo por presiones por el lado de la rentabilidad, sino también porque de nuevo la evolución de las suscripciones netas ha sido desfavorable. Además de la evolución de los mercados, en un contexto todavía complicado en el que se producen momentos de tensión que pueden retraer a los inversores debido a una mayor percepción de riesgo, los fondos de inversión han de afrontar la mayor competencia de la banca por la captación del ahorro de familias y empresas.

Con todo, el Informe de Estabilidad de octubre insiste en que pese a los problemas de financiación del segundo trimestre, "en los últimos meses la situación ha mejorado significativamente".

Sobre la evolución que se prevé del crédito, el Banco de España subraya que es "probable" que siga a la baja, pues es "consecuencia natural de un proceso de ajuste de las familias y de las empresas tras el aumento de su endeudamiento durante los años previos a la crisis". El organismo advierte sin rodeos a las entidades que "tendrán que establecer fórmulas para reforzar la generación de ingresos e intensificar sus esfuerzos de contención de costes".

Entre tanto, el jueves pasado, tras la reunión del Consejo de Gobierno del BCE, su máximo responsable, Jean Claude Trichet, anunció que dentro de un mes habrá novedades para tratar a los bancos "adictos" a las ayudas de los Gobiernos y al dinero barato que ofrece el Eurobanco.