Los líderes del G-20 se reunirán mañana en Corea del Sur y se espera que en dicho encuentro, de dos días de duración, se aborden los desequilibrios de la economía mundial y cómo reducir los riesgos en la guerra de divisas. La de Seúl será la primera reunión del G-20 como principal foro de discusión económica mundial tras la decisión tomada en septiembre en la cumbre de Pittsburgh (EEUU) de que sustituya al G-8, el grupo de los siete países más industrializados y Rusia, como un consejo permanente de cooperación económica. El director gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Dominique Strauss-Kahn, alertó el pasado día 1, en el I Foro Internacional de Desarrollo Humano, que se celebró en Agadir (Marruecos), del riesgo de una recaída en la crisis si no se refuerzan las "alertas". Hecha esta reflexión, instó sin rodeos a "encontrar elementos de supervisión" internacional del sistema financiero para "evitar un nuevo patinazo". Strauss-Kahn afirmó que "se ha hecho mucho en materia de reglamentación, pero no de supervisión internacional. Y la mejor reglamentación del mundo, sin supervisión, no sirve de nada", apostilló. Acto seguido, pidió a los países del G-20 que hagan más esfuerzos para fortalecer la supervisión internacional del sector financiero, al que muchos han culpado de la crisis económica global, que ha destruido ya más de 30 millones de empleos. "Los jefes de Estado que se han reunido en los últimos meses en Londres, Pittsburgh, y Toronto, y que mañana lo harán en Corea del Sur, dijeron al mundo que ellos reorganizarían el sector financiero. Pero la realidad es, desafortunadamente, más compleja que esto", apuntó Strauss-Kahn. Tras la reunión en Toronto, el pasado junio Strauss-Kahn defendió que "necesitamos un nuevo conjunto de herramientas de supervisión para una nueva era". Destacó que durante la Cumbre de Toronto hubo coincidencias en cuanto a la necesidad de realizar nuevas reformas en el sector financiero. Y agregó que, aunque no hubo consenso con respecto a la necesidad de crear un impuesto al sector financiero a nivel mundial, fue alentador que varios países importantes hubieran decidido poner en marcha sus propias versiones de esta medida. Nueva era A fin de mejorar la supervisión a nivel mundial y de fortalecer sus capacidades de alerta temprana, el Fondo Monetario Internacional ha decidido reforzar sus iniciativas en las siguientes áreas: • . Strauss-Kahn afirmó que la estabilidad macrofinanciera debe ser la mayor prioridad de la supervisión del FMI. Si bien el Fondo Monetario "no aspira a ser un regulador mundial", el director gerente explicó que sí debe mejorar su capacidad para hacer frente a las complejas relaciones que existen entre la exposición al riesgo, las exposiciones cruzadas y la estructura cambiante de la concentración de activos y pasivos entre las distintas regiones e instituciones. Para ello, el FMI debe mejorar el acceso a los datos necesarios y colaborar con los supervisores a nivel nacional y con la Junta de Estabilidad Financiera. • Fortalecimiento de la supervisión multilateral. Para comprender mejor la red de relaciones que rodea al sistema financiero mundial, el FMI decidió iniciar nuevos "informes sobre efectos de propagación" comenzando con cinco economías que tienen efecto sobre el sistema internacional (China, Estados Unidos, Japón, Reino Unido y la eurozona), para evaluar cómo las políticas de esas economías podrían afectar la estabilidad mundial y regional. • Supervisión bilateral más pertinente. Las evaluaciones de cada país son una de las actividades principales del Fondo Monetario Internacional. Para mejorar su eficacia en esta área, en lo sucesivo elaborará más "informes temáticos sobre varios países", para aprovechar mejor la experiencia de la institución en análisis comparativos en beneficio de todos sus miembros.