Después de 15 meses al frente de la Ejecutiva regional de la Unión General de los Trabajadores (UGT) en Canarias, Juan Francisco Fonte oficializó ayer su dimisión como secretario general de esta organización, alegando una "pérdida de confianza" de su equipo, que no respaldó su iniciativa de acometer una "amplia remodelación" que justificaba en la "necesidad de reforzarse ante el contexto tan hostil y duro contra el movimiento sindical que se está viviendo en Canarias".

Fonte, en declaraciones a EL DÍA, recalcó que, tras someter esta cuestión a votación, no contó con el beneplácito de la mayoría, por lo que optó por esta decisión. Además de él, también abandonaron sus puestos ayer el secretario general de Formación y Empleo, José Lorenzo López; la titular de la Tesorería y Administración, Carmen Dumpiérrez, y la responsable de Igualdad, Olga Cáceres.

Los cuatro miembros de la Ejecutiva que se mantienen en sus cargos se han puesto ya manos a la obra con el objetivo de solventar esta situación lo antes posible. Descartan organizar un congreso para cubrir las cuatro vacantes producidas ayer, a las que se le suma la de la Secretaría de Cohesión Social, que dejó Ramón Rodríguez, esgrimiendo "motivos personales" a principios de verano.

De hecho, ya se ha convocado un consejo extraordinario para el jueves día 11 y al comité regional, que se celebrará el lunes 15, tras el cual se prevé contar con la nueva Comisión Ejecutiva al completo.

A partir de ahora, Fonte piensa retomar su puesto de funcionario en la Dirección General de Personal de la Consejería de Educación del Gobierno de Canarias, aunque, según manifestó, seguirá siendo afiliado a UGT.

Sobre la posibilidad de volver a ocupar puestos de relevancia dentro de la organización apostilló que "no descarto nada, los cargos que siempre he tenido han sido porque me lo han planteado y me han puesto ahí". Sin embargo, concluyó que "el futuro de la UGT no lo voy a escribir yo".

Dio por hecho que "la nueva dirección reconocerá las carencias que tenemos" y acabará por actuar en este sentido. En este contexto, arguyó que "debemos garantizar que nuestros canales de comunicación estén permanentemente abiertos y en funcionamiento". El ex secretario general opinó que "todos los sindicatos tienen que renovarse y eso va a exigir decisiones de limpieza, por llamarlo de alguna manera".

Igualmente, comentó que en UGT era necesario "mayor dedicación plena en todos los sentidos". Así, enfatizó: "Soy de los que piensan que ser liberado de un sindicato significa trabajar mañana, tarde y noche y, seguramente, en el contexto actual, de lunes a domingo".

Además, apuntó que "no se puede tener a cualquier representante en los centros de trabajo, que muchas veces sólo se representan a sí mismos". Por tanto, apeló a solucionar estos temas, ya que de ello depende el fortalecimiento del sindicato". Hizo hincapié en que "la UGT tiende a eso a nivel confederal, pero Canarias está un poco retrasada en eso". Por último, si bien reconoció fallos en este ámbito, defendió que "el sindicato ha ganado presencia externa e institucional, algo que en el periodo anterior había decaído, a lo que se le suma que en el área económica estábamos actuando ya con rigor y profesionalidad".

Vínculo con el PSOE

Algunos de los que ocuparon puestos de relevancia en Ejecutivas anteriores achacan "la crisis de UGT" al conflicto desatado en la Fundación Canaria para el Desarrollo Social (Fundescan), que ha podido "pasar factura" al sindicato.

Al margen de esto, el que fuera secretario de Enseñanza Pública en Tenerife, Antonio Antuña, incidió en las "desavenencias graves" entre Fonte y la "número dos" del sindicato, la secretaria general de Organización y Coordinación Interna, Guadalupe Parrilla.

Criticó que "desde hace años el PSOE está metiéndose en la UGT, lo que ha ocasionado que mucha gente con cargos relevantes en el sindicato los tengan a su vez en el partido". En este sentido, aseveró que "la idea es ir dándolos a conocer de cara a las próximas elecciones, lo que ha generado que se hayan colocado al frente de UGT personas con poca preparación, lo que deriva en conflictos tremendos de organización, usos del dinero, etcétera".

Antuña, que agregó que "ahora mismo hay un enfrentamiento interno debido a que algunos están intentando revertir esta situación", añadió que "el asunto de Fundescan", que vinculó "más a una nefasta gestión que a un uso indebido de los fondos", se aprovechó para "realizar una auténtica caza de brujas en el sindicato que avivó antiguos rencores". De esta manera, concluyó que "fruto de esta batalla se logró apartar o marginar a los que no tenían vinculación política con el PSOE".