El primer ministro ruso, Vladímir Putin, anunció hoy la firma de una disposición que prolonga hasta el 1 de julio de 2011 la prohibición de exportar cereales impuesta después de que la sequía devorara este verano un tercio de la cosecha de grano.

"Por ahora habrá que renunciar a la exportación de grano. La prioridad debe ser la estabilidad de nuestro mercado interno y la reserva alimentaria para el ganado", señaló Putin, citado por las agencias rusas.

Putin impuso a principios de agosto la prohibición de exportar grano hasta finales de diciembre y un mes después propuso prolongar esas restricciones hasta septiembre de 2011, aunque hoy se supo que éstas permanecerán en vigor sólo hasta julio del próximo año.

La medida, que ha provocado inquietud en los mercados internacionales, afecta al trigo, centeno, cebada, maíz y a la harina de trigo y de centeno, pero no al arroz.

Los sindicatos agrícolas pidieron en vano al Ejecutivo que no impusiera la prohibición, los países importadores comenzaron a buscar alternativas y los productores alertaron sobre una inmediata alza de los precios de los alimentos.

Recientemente, Putin prometió que Rusia regresaría en un "futuro cercano" al mercado internacional de grano para recuperar su lugar en los líderes del sector, no en vano es el tercer productor mundial de trigo.

Putin confirmó hoy que la cosecha rondará las 60 millones de toneladas, es decir, más de 30 millones de toneladas menos que en 2009 (97 millones), aunque descartó la importación de grano.

"A pesar de las difíciles condiciones, se han recogido unos 60 millones de toneladas. Este es el volumen que pronostiqué. Teniendo en cuenta las reservas y la cosecha, esto nos permitirá satisfacer la demanda interna. Grano, hay suficiente", dijo.

Según el ministerio de Agricultura, las necesidades rusas son de 77 millones de toneladas, mientras que las reservas estatales de grano ascienden a 26 millones.

El primer ministro reconoció que el Gobierno ha tenido que asignar una gran cantidad de dinero en ayudas a productores y campesinos, puesto que era la única forma de evitar que se dispararan los precios del pan, la harina y otros productos básicos.

No obstante, analistas consideran que la medida es electoral, ya que la subida de los precios pondría a las autoridades en dificultades de cara a las cruciales elecciones parlamentarias de 2011 y las presidenciales de 2012.

Las fértiles regiones bañadas por el río Volga, las más afectadas por la sequía, recogieron 6,67 millones de toneladas frente a los 20,69 del pasado año.

Mientras, las regiones centrales de la parte europea del país recogieron sólo 10,1 millón de toneladas, frente a los 21,1 millones de 2009.

Según el Departamento de Agricultura de Estados Unidos, la producción de trigo en Rusia podría descender este año un 33 por ciento (20 millones de toneladas).

En la primera mitad del año, Rusia había exportado 8,48 millones de toneladas de trigo, un 20,8 por ciento más que en el mismo período de 2009.