El sustituto de Celestino Corbacho al frente del Ministerio de Trabajo, Valeriano Gómez, aseguró ayer que no se siente "incómodo" defendiendo "globalmente" la reforma laboral, para cuyo desarrollo aboga por restaurar el diálogo con los agentes sociales, y auguró que en 2011 se creará empleo neto, aunque no "demasiado".

En declaraciones a una emisora de radio, Gómez aseguró que las primeras llamadas telefónicas que hará como ministro serán a empresarios y sindicatos con la esperanza de poder retornar "pronto" al diálogo y a la senda de la "concordia y del consenso social".

Respecto al próximo cambio en la presidencia de la CEOE, dijo que es importante que las organizaciones tengan "estabilidad en su dirección y un buen nivel de representación interna" porque eso siempre ayuda al diálogo y beneficia a toda la sociedad.

En cuanto a su asistencia a las manifestaciones convocadas durante la huelga general del 29 de septiembre, señaló que ha participado "plenamente" en la elaboración, diseño y discusión de la reforma laboral, y que no se siente "incómodo" defendiéndola.

No obstante, explicó, ante el clima "antisindical" que se generó en los días previos a la huelga, se sintió en la obligación de participar y estar cerca de trabajadores y sindicatos.

Revertir la reforma

En cuanto a qué aspectos de la reforma deberán modificarse, Gómez opinó que lo que hay que hacer es ofrecer un marco de diálogo para desarrollarla y que tenga plena efectividad.

"Nuestra historia nos dice que las reformas que obtienen un buen grado de respaldo social terminan funcionando mejor", aseveró el nuevo titular de Trabajo, que recordó que la modificación laboral lleva pocas semanas en vigor y, por tanto, es injusto pedirle ya resultados.

Preguntado por si cree que en 2011 se creará empleo neto en España, respondió con rotundidad: "Claro que sí", aunque matizó que "no demasiado".

Por su parte, el secretario general de CCOO, Ignacio Fernández Toxo, manifestó que espera que Gómez sea "coherente" con su gesto del 29-S y dé marcha atrás en la reforma laboral porque hay cosas en la misma "reversibles".

"Si no asumía la reforma laboral, tendrá que ver de qué margen dispone para cambiarla. Esto no va de reglamentos. Si fuera así, no sería posible modificar lo que supone la reforma en materia de despido", indicó el dirigente sindical.