La bolsa española cayó hoy el 1,2 por ciento y perdió el nivel de 10.600 puntos afectada por el retroceso de los grandes valores, el vencimiento de los futuros y por el temor de los inversores a que Irlanda requiera de ayuda financiera.

Así, el índice de referencia del mercado español, el Ibex-35, bajó 128,20 puntos, equivalentes al 1,2 por ciento, hasta 10.588,60 puntos. En la semana cae el 0,94 por ciento y las pérdidas anuales aumentan hasta el 11,32 por ciento.

En Europa, con el euro a 1,304 dólares, el índice Euro Stoxx 50 cayó el 0,98 por ciento; Milán, el 0,8 por ciento; Fráncfort, el 0,64 por ciento; Londres, el 0,57 por ciento, y París, el 0,38 por ciento.

La bolsa española empezó la jornada con ganancias considerables, cercanas al 1 por ciento, que le situaban en el nivel de 10.800 puntos.

La capacidad de Wall Street para subir el jueves, el 0,2 por ciento, el alza 1,2 por ciento de Tokio esta madrugada, y el empuje de las plazas europeas antes del vencimiento de los contratos de derivados sostenían el avance de la bolsa española.

El mercado se mantuvo durante cuatro horas por encima de 10.800 puntos y empezó su declive coincidiendo con el cierre del vencimiento de contratos de futuros.

A partir de las 13 horas empezó a liquidar las ganancias, según algunos expertos, por una noticia sobre la necesidad de ayuda financiera de Irlanda que partió de una interpretación -errónea, según las autoridades del país, que desmintieron que necesitaran fondos externos para afrontar pagos- de un informe de Barclays Bank difundido por la prensa británica.

El descenso coincidía con el repliegue de la cotización del petróleo Brent, que a mediodía había subido hasta 79,5 dólares y que se fue desinflando hasta menos de 78 dólares al cierre bursátil, y la depreciación del euro, que pasó en este período de 1,312 a 1,304 dólares. La bolsa española bajaba de 10.700 puntos.

El dato del IPC estadounidense de agosto, mes en el que creció el 0,3 por ciento, aunque la tasa interanual bajó dos décimas, hasta el 1,1 por ciento -la subyacente se mantuvo en el 0,9 por ciento- no incidía en el mercado nacional.

Con la apertura a la baja de Wall Street y la posterior caída de la confianza de los consumidores estadounidenses en septiembre, según la Universidad de Michigan, de 68,9 a 66,6 puntos, se incrementó el descenso de la bolsa española, que perdía el nivel de 10.600 puntos.

Aunque al final de la sesión intentó recuperar esa cota, el retroceso del sector financiero, las dudas del mercado neoyorquino, a pesar del buen comportamiento del sector tecnológico, y las pérdidas de las plazas europeas lo impedían.

Todos los grandes valores bajaron: Banco Santander, el 2,03 por ciento; Repsol, el 1,46 por ciento; Iberdrola, el 1,39 por ciento; BBVA, el 1,23 por ciento, y Telefónica, el 1,21 por ciento.

Bankinter lideró las pérdidas del Ibex al bajar el 3,29 por ciento, mientras que Abengoa cayó el 3,12 por ciento; Banco Sabadell, el 3,11 por ciento, y Gas Natural, el 3,09 por ciento.

ArcelorMittal lideró las ganancias del Ibex -subieron siete valores- con un alza del 2,12 por ciento tras confirmar sus perspectivas de ingresos para este año, mientras que Iberia que ganó el 1,21 por ciento por la caída del petróleo y declaraciones sobre la fusión con British Airways, y Abertis, el 1,18 por ciento.

En el mercado continuo destacó la bajada del 6,36 por ciento de Fluidra, mientras que Inmobiliaria Colonial consiguió la mayor subida con un alza del 12,66 por ciento.

Poco antes del cierre del mercado de deuda la rentabilidad del bono español a diez años bajaba una centésima, hasta el 4,17 por ciento, mientras que el efectivo negociado en bolsa se situaba en 5.932 millones, de los que cerca de 2.550 millones los intermediaron inversores institucionales.