Banesto volvió a optar por la prudencia y ante la actual coyuntura económica aumentó su colchón de provisiones a lo largo de los seis primeros meses del año, aunque lo hizo a costa de sus resultados, que tras esa decisión bajaron el 6,8 por ciento respecto a un año antes, hasta 381,71 millones de euros.

De hecho, si no se tienen en cuenta las plusvalías y saneamientos extraordinarios, el resultado habría crecido 466,51 millones, también por encima de las previsiones de los analistas.

Por eso, la presidenta de la entidad, Ana Patricia Botín, destacó en rueda de prensa la capacidad del banco para generar resultados en situaciones complicadas y aseguró que, según sus datos, Banesto cuenta con un "alto nivel" de resistencia ante eventuales escenarios de estrés.

En una simulación en la que la economía cayera tres puntos porcentuales más de lo previsto, Banesto sería capaz de cubrir hasta cuatro veces la pérdida esperada por su exposición crediticia y a inmuebles, que rondaría los 1.500 millones, explicó.

Además, la exposición del banco a deuda soberana se limita a España, con una inversión próxima a los 4.500 millones con un vencimiento medio de tres años, por lo que el riesgo daría "unas pérdidas muy poco significativas" y siempre "inferiores a los fondos propios".

La capacidad del banco, argumentó Botín, radica en los 6.189 millones de recursos con los que dispone, resultado de sumar los 1.575 millones de beneficios antes de provisiones que genera la entidad, un exceso de capital de 2.268 millones, más unas provisiones totales de créditos e inmuebles de 2.346 millones.

Un colchón que aumentará en "unos 100 millones" con la entrada en vigor de la nueva circular contable del Banco de España a finales de septiembre, pero que contribuye desde ya a que la entidad tenga una situación de solvencia que, se intuye, quedará demostrada con la publicación de los denominados "estrés test".

Estos datos, al igual que la reordenación del sistema financiero, servirán para dar confianza a los mercados, por lo que Botín espera que también se puedan publicar las pruebas a Banesto de forma individualizada, después de que el Comité de Supervisores Bancarios Europeos dé los datos junto al resto del grupo Santander.

No obstante, admitió que el entorno económico seguirá siendo difícil y la morosidad aumentará, ya que cree que no tocará techo hasta que no se afiance la recuperación, lo que podría suceder en 2011, si se tiene en cuenta que para este año el consenso de los economistas prevé una caída interanual del PIB del 0,5%, recordó.

Aún así, el banco insiste en que su morosidad, que a cierre de junio se elevó hasta el 3,48% sigue estando y creciendo a un ritmo "muy inferior" a la media del sector, quizá porque la cartera de clientes es "cada vez de mayor calidad".

Botín destacó que Banesto ha captado a 206.000 nuevos clientes, que contribuyeron a que los recursos de la clientela consignados en balance crecieran el 1,4% al cierre de junio, hasta alcanzar los 60.463,14 millones.

Pero además de nuevos clientes, la entidad ha captado unas 80.300 nóminas en el primer semestre del año, por lo que mantiene su objetivo de sumar 150.000 nóminas en el conjunto del año, ayudándose de sus patrocinios al tenista Rafael Nadal y a la selección española de fútbol, contrato que se acaba de renovar por dos años más, anunció Botín.

Gracias a los clientes y a las imposiciones a plazo, que se elevaron el 25% de enero a junio, Banesto ha compensado las dificultades generalizadas para captar financiación en los mercados, al tiempo que ha aprovechado para minimizar el coste del pasivo también a través de la financiación del Banco Central Europeo (BCE).