Los sindicatos CCOO y UGT presentaron ayer su manifiesto de la huelga general del 29 de septiembre, en el que se recoge el "contundente" rechazo de los trabajadores a las políticas de recortes sociales y supresión de derechos laborales "bajo el amparo y excusa de directrices europeas".

El manifiesto incide en que el Gobierno "se ha enmendado a sí mismo" provocando un giro radical en su política económica y social, "que ahora se orienta de forma clara a un severo recorte del gasto público que recae fundamentalmente sobre las espaldas de trabajadores y pensionistas, y a una reducción de la inversión que frenará el crecimiento económico y la creación de empleo".

Además, el documento destaca que la reforma laboral no servirá para crear empleo, no reducirá la dualidad del mercado laboral, facilitará y abaratará el despido, reforzará el poder empresarial, debilitará la negociación colectiva y privatizará la gestión del desempleo.

Según CCOO y UGT, el Ejecutivo ha puesto el poder del Estado al servicio de quienes exigen flexibilidad en el mercado de trabajo, pero éstos, "aún así, consideran esta reforma insuficiente porque en realidad no quieren más flexibilidad, la quieren toda".

Las principales organizaciones sindicales del país también piden que se reduzca el déficit público con el incremento de los ingresos y que se defienda la negociación colectiva y el sistema público de pensiones.

Los sindicatos iniciarán hoy un calendario de concentraciones y manifestaciones en algunas capitales de provincia en contra de la reforma, una campaña de protestas que continuará el 9 de septiembre con una concentración de delegados sindicales en Madrid y que culminará con la huelga general el día 29 de ese mes.

No habrá manifestación en Santa Cruz de Tenerife, pero sí en Las Palmas, convocada por UGT, CCOO, Insucan, Cobas y EA-Canarias, que pretenden "enviar un mensaje contra la reforma laboral que tenga un amplio eco en toda Canarias", donde el decreto-ley "empeorará aún más" la situación de paro.

Ayer, la secretaria general de Empleo, Maravillas Rojo, dijo confiar en que lo "fundamental" de la reforma laboral se mantenga tras su debate parlamentario, aunque señaló que el Gobierno "está abierto" a negociar aquellos aspectos que puedan mejorarla.

Rojo hizo esta consideración durante una jornada organizada por "Expansión", donde añadió que "la voluntad" del Ejecutivo es que, en su trámite parlamentario, el texto del decreto-ley "se modifique lo menos posible".

Destacó que la reforma "no facilita el despido" y añadió que es "la que se precisa en estos momentos" y que "no afectará a los derechos de los 11,5 millones de trabajadores estables".