El Gobierno alemán continuó hoy, por segundo día, con las deliberaciones sobre el paquete de ajuste económico más grande de la historia de la postguerra en Alemana que tendrá como meta ahorrar cerca de 10.000 millones de euros anuales entre 2011 y 2016.

Entre los partidos del Gobierno hay discrepancias acerca de si las subidas fiscales deben formar parte del paquete de ajuste, cuyos detalles se espera que se den a conocer a lo largo de la jornada de hoy.

El Partido Liberal (FDP), socio minoritario de la coalición de Gobierno, es contrario a hacer el ajuste a través de incrementos de los impuestos y considera que la fórmula adecuada está en hacer recortes a los presupuestos de todas las carteras, especialmente en la de Trabajo y Asuntos Sociales, y en la reducción de las subvenciones.

Sin embargo, el ministro de Finanzas, Wolfgang Schäuble, ha expresado sus dudas acerca de que sólo mediante el ahorro se pueda lograr el objetivo de tener un presupuesto equilibrado a más tardar en 2020.

La canciller, Angela Merkel, tampoco descarta subidas de impuestos, aunque ha dicho que el acento debe ponerse en el control del gasto y no en el aumento de los ingresos fiscales.

Al final se espera que el FDP ceda y acepte una mezcla de recortes presupuestarios y subidas de impuestos puntuales.

El IVA está en el punto de mira de muchos y una propuesta concreta es la de eliminar la tasa reducida del impuesto para algunos productos -que pagan una tarifa privilegiada del 7 por ciento- y aplicar siempre una del 19 por ciento.

Esa medida, según el economista Wolfgang Franz -uno de los llamados cincos sabios,- le reportaría al fisco 20.000 millones de euros.

Sin embargo, todo indica que la parte principal del paquete de ayuda afectará ante todo al gasto social y a los subsidios a los desempleados de largas duración.

Las organizaciones empresariales son partidarias de evitar en la medida de lo posible aumentar los impuestos, y algunas de ellas insisten en recortar el gasto social.

El presidente de la Confederación de Sindicatos Alemanes (DGB), Michael Sommer, ya ha anunciado resistencia contra los planes de ahorro y los recortes sociales.

"La intención es clara: se le quiere pasar factura a los más débiles para proteger a los ricos. Eso es algo que no podemos aceptar", dijo hoy Sommer en declaraciones a la Primera Cadena de la Televisión Alemana (ARD).

El Partido Socialdemócrata (SPD), el principal en la oposición, ha advertido de que los recortes sociales pueden poner en peligro la paz social.