Una de las protagonistas del I Congreso Nacional de Mujeres Empresarias y Profesionales, organizado por la Asociación de Mujeres Empresarias y Profesionales de Tenerife (AMEP), que se desarrolla bajo el lema "Uniendo esfuerzos ante el cambio", es Inmaculada Álvarez Morillas, que ayer, durante su participación en la jornada inaugural, defendió la necesidad de reforzar las redes de colaboración entre las empresarias españolas. Morillas, en declaraciones a EL DÍA previas al acto, se mostró convencida de que ha llegado la hora de "ir dejando atrás medidas como la discriminación positiva".

Morillas, que preside la Asociación Española de Mujeres Empresarias de Madrid (Aseme) y la Federación Iberoamericana de Mujeres de Empresa, en su calidad de titular de la Organización de Mujeres Empresarias y Gerencia Activa (Omega), explicó a este periódico que, aunque el comité ejecutivo de la misma se renueva cada cuatro años, siempre se reserva una vicepresidencia para la titular del colectivo en las Islas "de tal forma que en todo momento esté en contacto y participe de todas las decisiones". La vicepresidencia permanente la ocupa Esther Santana (Ameca).

A la pregunta de por qué apuesta por "dejar atrás la discriminación positiva" en el ámbito de los negocios, respondió que "en la esfera laboral, como en todos los terrenos de la vida, hombres y mujeres son complementarios, lo único que ocurre es que tenemos formas de hacer las cosas distintas". A modo de ejemplo, agregó que "probablemente la manera de entender un departamento de Recursos Humanos varíe entre uno y otro, pero si entran en contacto estos dos pareceres la gestión mejorará". De este modo, argumentó que "mientras no entendamos que no podemos ir cada uno por un lado estaremos inmersos en luchas realmente tontas".

En lo que atañe al establecimiento de cuotas que garanticen la presencia femenina en diversos organismos públicos o entidades privadas, Álvarez recalcó que "nunca he sido partidaria de ellas, porque pienso que deben estar los mejores en cada puesto, con independencia de su sexo". Eso sí, reconoció que esta medida "ha servido durante los últimos años para ir posicionando a la mujer en algunos cargos de relevancia" y dio por hecho que "demostraran que eran perfectamente válidas".

Sin embargo, y aunque "todavía hay mucho machismo en el ámbito de los negocios, a medida en que se vaya consolidando la incorporación de la mujer al mundo del trabajo, la discriminación positiva debería ir desapareciendo", insistió.

En otro contexto, Morillas valoró, a nivel general, el plan de ajuste del Ejecutivo central, sobre el que dijo que "las medidas van en el buen camino, pero deberíamos haber empezado hace mucho tiempo". Expresó su acuerdo "en que hay que tocar el sueldo a los funcionarios". Por contra, opinó que "es un error congelar la paga a los pensionistas, porque a la postre eso se traducirá en un descenso del consumo de las familias".

Por otra parte, Álvarez urge la puesta en marcha de una reforma laboral, "con el objetivo de que se modifique una estructura tan cerrada como la actual".

En la apertura del foro, incidió en que "ante una situación como la que estamos atravesando en estos momentos, es vital reforzar nuestros lazos". A su modo de ver, esta conexión entre las distintas asociaciones del país es todavía más necesaria en el caso de Canarias, ya que "tiene la dificultad añadida de la lejanía".