El Gobierno aprobó anoche su plan de ajuste en el gasto para acelerar la reducción del déficit, un conjunto de medidas que lastrarán la recuperación económica, ya que han provocado una fuerte rebaja en la previsión oficial de crecimiento para 2011, de cinco décimas, hasta el 1,3%.

El Consejo de Ministros dio el visto bueno al decreto-ley con los principales recortes, entre ellos la bajada de los sueldos de los empleados públicos, que oscilará entre el 0,56% y el 7% dependiendo del grupo y nivel, con porcentajes superiores, de entre el 8% y el 15%, para los altos cargos.

El Ejecutivo también confirmó que las pensiones de 2011 no se revalorizarán pero sí las de 2010, por lo que el año que viene todos los pensionistas verán incrementadas sus pensiones y percibirán en enero su paga de acuerdo con el incremento del IPC, que se consolidará para ese ejercicio en la cuantía de la nómina.

En conjunto, el ahorro que se conseguirá con el plan de ajuste será de 15.250 millones, que desglosó por partidas la vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega.

De la Vega anunció que el recorte para la ayuda al desarrollo se eleva a 800 millones en lugar de los 600 previstos, y también ofreció una cifra distinta para la reducción de las inversiones, que la semana pasada el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, cifró en 6.045 millones.

Según los datos aportados ayer, el recorte de inversiones sería este año de 2.125 millones y de 1.745 el que viene, lo que suma 3.870 millones.

Fuentes del Ejecutivo señalaron que los más de 2.000 millones de diferencia entre las dos cifras son un ahorro "computado anteriormente", aunque no lo especificaron.

Antes de ofrecer este detalle de cifras, Fernández de la Vega insistió en que todos estos recortes son necesarios e imprescindibles y son las medidas que "un Gobierno responsable debe adoptar pensando en el futuro".

Admitió que los recortes no han sido una decisión fácil, pero reiteró que lo que el Gobierno pide es un esfuerzo "colectivo" y a la vez "equitativo" a la ciudadanía.

Tanto De la Vega como la vicepresidenta segunda, Elena Salgado, aseguraron que las medidas tomadas ayer son progresivas, como lo sería, en caso de acometerse, una subida de impuestos.

Sin embargo, Salgado aseguró en varias ocasiones durante la rueda de prensa que todavía no hay una propuesta concreta sobre la eventual subida de impuestos para las rentas más altas que ayer sugirió Zapatero.

El nuevo tributo

La aplicación de esta medida, insistió, no es inminente, pero el Gobierno mantiene y mantendrá la "constante" de la progresividad en su política económica, de forma que "el que más tiene, y está en mejor situación, debe aportar más que quien está en peor situación".

Al parecer, el nuevo tributo irá dirigido a quienes superen el millón de euros de renta.

Tampoco desveló anoche el Ejecutivo cuál será el límite de gasto con que contará el año que viene para elaborar los Presupuestos, a pesar de que se esperaba su aprobación.

La ministra, sin embargo, sí puso una cifra a la nueva previsión de crecimiento para el año que viene: la economía crecerá cinco décimas menos de lo anteriormente previsto, el 1,3%, con lo que los recortes harán más lenta la recuperación. El Gobierno no espera para este año, en cualquier caso, una caída mayor que la del 0,3% que aún calcula.

Al no presentar el cuadro macroeconómico, Salgado no tuvo que explicar si habrá un mayor impacto del plan de ajuste sobre el desempleo, y se mantiene, por el momento, la estimación de una tasa de paro del 19% para este año y del 18,4% para 2011.

El Gobierno confía en que todos los grupos parlamentarios, incluido el PP, respalden el decreto-ley con los principales recortes porque, pese a las discrepancias con algunas de ellas, "el conjunto es equilibrado", dijo De La Vega.

Fuentes del Ejecutivo se mostraron convencidas de que el decreto saldrá adelante en su tramite parlamentario porque confían en que el PP no vote en contra.

Las mismas fuentes explicaron también que el decreto -que se publicará el sábado o el domingo- podría debatirse la próxima semana en el Congreso, aunque para esto es necesario que todos los grupos parlamentarios estén de acuerdo en que así sea.

En la rueda de prensa, De la Vega aseguró que el Ejecutivo "ya está trabajando con todos los grupos" políticos y que confía en el "sentido de la responsabilidad".

Rechazo del PP

Mientras tanto, el coordinador económico del PP, Cristóbal Montoro, aseguró anoche que el PP no va a apoyar las medidas de ajuste fiscal aprobadas por el Gobierno y aseguró que son "improvisadas, injustas e ineficaces" para sacar a España de la crisis. "No vamos a permitir que los ciudadanos paguen los errores del Gobierno", aseveró.

En una rueda de prensa en la sede nacional del partido, Montoro calificó de "certificado de defunción" de la política económica socialista la norma aprobada por el Consejo de Ministros y señaló que el PP "no va a coincidir nunca con que los pensionistas pierdan poder adquisitivo".

Aunque señaló que el PP se reserva su intención del voto en el Congreso al saber que la norma incluye congelación de las pensiones, admitió que se decantan "claramente" por el sentido negativo del voto, como ya avanzó el presidente popular, Mariano Rajoy. Asimismo, indicó que el Ejecutivo "ha despreciado" cualquier acuerdo político con el PP y el resto de grupos de la posición.

Por su parte, el sindicato CCOO afirmó que la aprobación por parte del Consejo de Ministros del plan de ajuste "provocará la ralentización de la recuperación económica, el crecimiento del desempleo y más desigualdad social".