El paro registrado en los Servicios Públicos de Empleo descendió en torno a 24.000 personas en el mes de abril, la primera caída desde julio de 2009, según avanzaron fuentes de la Administración.

El dato de abril, que se hará público oficialmente el próximo martes, rompe una racha de ocho meses consecutivos de aumento del desempleo. En abril del año pasado, el paro creció en 39.478 personas.

El ministro de Trabajo, Celestino Corbacho, ya subrayó en Llerena (Badajoz) que el dato de paro registrado correspondiente a abril sería "bueno".

El viernes, el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, anticipó desde León que el desempleo experimentará una "tendencia a la baja moderada en los próximos meses".

El dato del paro registrado en los Servicios Públicos de Empleo en abril contrasta con la Encuesta de Población Activa (EPA) del primer trimestre, periodo en el que el desempleo creció en 286.200 personas.

Según la EPA, que elabora el Instituto Nacional de Estadística (INE) y que utiliza una metodología distinta al paro registrado por el Ministerio de Trabajo, el número de desempleados se situó al cierre del primer trimestre en 4.612.700 personas, lo que eleva la tasa de desempleo por encima de la frontera del 20 por ciento (20,05 por ciento).

Respecto a la rebaja de la calificación de la deuda española esta semana, Corbacho señaló que "no hay que sacralizar un informe" de una agencia de rating, que "en todo caso hay que contextualizar", y lamentó que las entidades de calificación "no supieran ver la fiebre de otros" cuando comenzó la crisis financiera.

Corbacho indicó que este mundo "globalizado" las entidades de calificación "nos están diciendo cuál es nuestra fiebre", a lo que añadió "es una pena que no supieran ver la fiebre de otros cuando estalló la gran crisis financiera, porque probablemente si la hubiesen visto con mucha antelación probablemente no habría pasado lo que pasó".

El titular de Trabajo fue preguntado, de esta forma, sobre recorte del "rating" a España de la agencia de calificación crediticia Standard & Poor''s (S&P), a lo que respondió que "hay que aceptar las reglas del juego".