Las perspectivas financieras de Portugal se ensombrecieron hoy a raíz del recorte en la calificación de la deuda de Portugal anunciado por la agencia Standard & Poor''s (S&P) y por el desplome de la Bolsa de Lisboa, que se hundió el 5,36%.

La subida de la rentabilidad de la deuda pública lusa -a cerca del 6%- y el aumento en los niveles de riesgo acerca de la posibilidad de incumplimiento de los compromisos de Portugal han alimentado el sentimiento de aplomo en el país, cuyos responsables políticos siguen rechazando comparaciones con Grecia.

"Es un momento decisivo. El país tiene que responder a este ataque de los mercados", avisó el ministro de Finanzas luso, Fernando Teixeira dos Santos, quien volvió a subrayar que la mayoría de las opiniones coinciden en que Portugal y el país helénico son "realidades muy diferentes".

Teixeira dos Santos, que remitió una nota a los medios de comunicación lusos durante su visita a Mozambique, recordó que la mayoría de los analistas de entidades como el Fondo Monetario Internacional (FMI), la Comisión Europea (CE) o el Banco Central Europeo (BCE) apuntan que la situación de ambas naciones no es comparable.

El ministro, que en los últimos meses ha pedido que se valore la "ejemplar" contabilidad financiera del Ejecutivo portugués, lamentó las "opiniones diferentes" -que asemejan a los dos países-, ya que éstas han afectado el funcionamiento y las condiciones del mercado de la deuda portuguesa.

S&P anunció hoy el recorte de dos escalones en la calificación de la deuda de Portugal, de "A" a "A-", la segunda nota más baja de la zona del euro, debido a "la debilidad estructural" de la economía lusa fruto del deterioro de sus finanzas públicas y las escasas perspectivas de crecimiento.

El ministro indicó que este anuncio "no ayuda a serenar los mercados" y urgió a la necesidad de mantenerse "tranquilos y firmes" para centrarse en sobrepasar las dificultades de la crisis.

Teixeira dos Santos, que forma parte del Gobierno minoritario socialista del primer ministro José Sócrates, apeló también a un acuerdo con el principal partido de la oposición, el conservador Social Demócrata (PSD), con el objetivo de "ejecutar las medidas necesarias".

"Como en el pasado, haremos lo que sea preciso para asegurar la eliminación del déficit (público) excesivo y promover la competitividad de la economía portuguesa", concluyó el responsable de Finanzas.

El Ejecutivo de Sócrates se ha enfrentado las últimas semanas a la creciente desconfianza de los mercados, a pesar de haber presentado a Bruselas el pasado marzo el Programa de Estabilidad y Crecimiento (PEC), un duro plan anti crisis para reducir el déficit público del actual 9,3 por ciento del PIB al 2,8% en 2013.

El PEC incluye la congelación de salarios en la Administración y las empresas del sector público, así como la venta de activos del Estado por 6.000 millones de euros y prevé que la economía crezca de forma gradual en los próximos cuatro años desde el 0,7% previsto para este ejercicio hasta un 1,7% en 2013.

No obstante, los mercados siguen sin dar tregua a Portugal, cuya deuda sufre una subida de la rentabilidad mientras los seguros contra una suspensión de pagos (CDS) están en máximos desde finales de los años 1990 y han colocado al país entre los más castigados del mundo, superado en Europa solo por Grecia e Islandia.

A raíz de la rebaja de la calificación de S&P, la rentabilidad de las obligaciones del tesoro portugués a dos años han subido al 5,176%, mientras que las de diez años han alcanzado el 5,503%, valores que no se registraban desde comienzos de la década de 2000.