La Unión Europea (UE) celebrará mañana en Tokio su cumbre anual con Japón, la primera fuera de sus fronteras desde la entrada en vigor del Tratado de Lisboa, en la que los asuntos bilaterales serán relegados por la actual situación de Grecia.

En Tokio se reunirán los presidentes del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, y la Comisión Europea (CE), José Manuel Durao Barroso, con el primer ministro japonés, Yukio Hatoyama, con el comercio como principal asunto a tratar, aunque no se esperan grandes avances.

La parte japonesa confiaba en alcanzar un acuerdo a favor de un posible estudio conjunto de viabilidad para un Tratado de Libre Comercio (TLC), pero Van Rompuy ha precisado que sectores de la Unión lo ven "algo prematuro".

En un discurso este lunes en la Universidad de Kobe (Japón), el primer presidente estable de los Veintisiete recordó la reclamación de la UE para que Tokio retire las barreras no arancelarias al comercio que entorpecen las inversiones europeas en el mercado nipón.

El déficit comercial de la UE con Japón fue de 20.000 millones de euros en 2009, si bien las exportaciones comunitarias a este país asiático, sexto socio comercial de la Unión, suponen sólo el 3 por ciento del total, lo que esconde un amplio margen de mejora.

Es muy improbable que se alcance en la cumbre un acuerdo relativo a un TLC pese al interés de las empresas japonesas, que temen que el acuerdo comercial firmado provisionalmente por la UE con Seúl dé ventaja a sus potentes rivales surcoreanos.

Según fuentes oficiales japonesas citadas hoy por la agencia local Kyodo, "las opiniones son completamente diferentes entre las dos partes", de "100 a uno".

Además del comercio, la colaboración en cambio climático, política exterior y seguridad en internet integrarán el resto de la agenda de la cumbre, pero serán las dificultades presupuestarias de Grecia las que coparán la atención.

La UE ha comprometido préstamos de 30.000 millones de euros a Grecia asociados a un plan diseñado por el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el desembolso de otros 15.000 millones de euros de ese organismo, pero Alemania los ha condicionado a un duro plan de ajuste a tres años por parte de Atenas.

Grecia, cuyo déficit fiscal superó el 13 por ciento, debe pagar 8.500 millones de euros en intereses de deuda el 19 de mayo, por lo que precisa el dinero a corto plazo.

En su discurso en Kobe, Van Rompuy dijo que, aunque los problemas están lejos de concluir, "mantendremos la estabilidad de la zona euro" y, "paso a paso, la Unión y Grecia superarán la situación".

La cumbre de Japón y la UE es la primera fuera de la Unión desde que el 1 de diciembre entró en vigor el Tratado de Lisboa que supuso la creación de un presidente permanente y tiene lugar además meses después de un cambio histórico en Japón, tras cinco décadas de Gobierno conservador.

Se celebrará además antes de que en 2011 concluya la vigencia de diez años del Plan de Acción Conjunto UE-Japón, por lo que los líderes japoneses y comunitarios deberían acordar las líneas maestras de lo que debe ser su relación en el futuro.

En la reunión de Tokio participarán también la jefa de la diplomacia comunitaria, Catherine Ashton, y el ministro nipón de Asuntos Exteriores, Katsuya Okada, pero no el español José Luis Rodríguez Zapatero, presidente de turno de la UE, debido a un acuerdo para este semestre por el que la representación en cumbres en terceros países la desempeñan Van Rompuy y Barroso.