El Consejo de Ministros aprobó ayer el proyecto de Ley de Economía Sostenible, que supondrá una "profunda reforma transversal de múltiples aspectos que rigen la actividad económica y un nuevo paso en la modernización de la economía española" , señaló el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, en la rueda de prensa posterior a la reunión, que tuvo por marco los Reales Alcázares de Sevilla.

José Luis Rodríguez Zapatero, que espera que el Gobierno apruebe esta ley de manera definitiva el próximo 16 de octubre, no dudó en afirmar que este proyecto, enmarcado en la estrategia de economía sostenible, es "ambicioso" y significa ser "más innovadores" y más "competitivos". Es una ley, a su juicio, para el "presente y el futuro", al tiempo que expresó la "máxima voluntad de consenso" del Gobierno en torno a esta norma durante su debate en las Cortes.

La citada ley, siempre según el Gobierno, se articula a través de medidas horizontales que se aplican tanto a agentes públicos como privados para mejorar la posición de salida de la crisis y reorientar la actividad económica hacia sectores con potencial de crecimiento a largo plazo, generadores de empleo y sostenibles desde un punto de vista económico, social y medioambiental, reforzando al mismo tiempo los elementos más sólidos y estables del modelo productivo español.

El titular del Ejecutivo confió en que el líder del PP, Mariano Rajoy, "se lea a fondo" el proyecto de ley y tenga "la mejor voluntad" para llegar a acuerdos en torno a ella, mostrando la misma "actitud constructiva" que su partido ha tenido en el acuerdo para reducir el gasto sanitario.

Añadió que espera que dicha actitud se mantenga el próximo lunes, en el Consejo de Política Fiscal y Financiera, en el que el Gobierno pedirá a las comunidades un mayor esfuerzo de austeridad para reducir el déficit.

Zapatero subrayó que la Ley de Economía Sostenible tiene potencialidades para conseguir un nuevo patrón de crecimiento con menos peso de la construcción. En el futuro, destacó, "no podemos depender de la construcción de viviendas para mantener el crecimiento", y por eso este sector tiene que "volcarse en la rehabilitación".

La ley también apoya, recordó, a los sectores con mayor valor añadido y más productivos, como la biotecnología, las energías renovables o el aeronáutico. "La economía sostenible significa ser más innovador y más competitivo, tener un modelo más equilibrado con mayor peso de sectores de alto contenido tecnológico, un uso más racional de recursos, un modelo de trabajo más eficiente y más formación", añadió. Los cuatro puntos claves de la norma son la mejora del marco regulador de la actividad económica, el impulso de la sostenibilidad ambiental y energética, las medidas para racionalizar la vivienda y el fomento de la innovación, con dos fondos de financiación.

Con todo, las organizaciones ecologistas Amigos de la Tierra, Ecologistas en Acción, Greenpeace, SEO/BirdLife y WWF denunciaron ayer que la nueva norma no tiene en cuenta el impacto de las actividades económicas en el cambio climático y en la pérdida de biodivesidad. En un comunicado conjunto, critican que la Ley de Economía Sostenible dé "prioridad" al crecimiento económico frente a la sostenibilidad ambiental, "obviando por completo el impacto que tienen las actividades económicas sobre el patrimonio natural y la biodiversidad".