El número de establecimientos de las Islas que ostentan la certificación Q de calidad turística ha pasado de 82 a 78 en el último ejercicio, lo que la sitúa como la quinta comunidad con menos distinciones de este tipo, únicamente por delante de Extremadura (31) La Rioja (33), Baleares (54) y Cantabria (58), según datos del Instituto de Calidad Turística Española (ICTE).

Además, se da la circunstancia de que mientras la mayoría de las autonomías incrementó la cifra de entidades con este distintivo, las Islas fue una de las cuatro que experimentó un descenso.

En este contexto, destaca el vuelco producido en Andalucía, cuya apuesta por la implementación de modelos de calidad se tradujo en un repunte de acreditaciones desde las 244 en enero de 2009 a las 412 actuales, lo que la sitúa a la cabeza del país, por delante de Cataluña (332), País Vasco (280) y Madrid (271), que han sido las pioneras de España en esta materia.

Según Juan Carlos Lorenzo, gerente de Excelencia Turística de Tenerife, la organización que realiza las funciones de delegación del ICTE en la provincia tinerfeña, "hasta cierto es punto lógico que en situaciones de crisis como la que estamos atravesando en estos momentos, algunas empresas salgan de este sistema, bien por una baja voluntaria o por no pasar la auditoría correspondiente". A modo de ejemplo, precisa que "una auditoría de un hotel de unas 200 habitaciones costaría poco más de 2.000 euros y el uso de la marca entre 400 y 500 euros al año, por lo cual no representa una cuantía muy elevada".

De este modo, lo que suele ocurrir es que los abandonos se vinculen con los gastos de mantenimiento de las infraestructuras y los procesos necesarios para conservar los estándares exigidos y, sobre todo, "porque hay una parte de los empresarios que se incorporan a estas certificaciones pensando sólo en ellas como un reclamo promocional que va a tener como reflejo inmediato un aumento de clientes y no porque apuesten realmente por la calidad". No obstante, recalca que "las entidades que hayan implantado correctamente procesos de gestión de calidad están en mejor posición para hacer frente a la crisis".

Aún así, en ocasiones se producen bajas "inesperadas" como es el caso del hotel de 5 estrellas Gran Meliá Volcán y los apartamentos Fariones, de 3 llaves, ambos de Lanzarote, que además eran unos de los primeros de Canarias en alcanzar este sello. Igualmente, la difícil situación económica ha provocado que algunos que tenían muy avanzada su implantación hayan desistido o ralentizado el proceso. En este caso se incluyen el Parque Nacional de Garajonay o el Parque Rural de Teno. Sobre este último, Lorenzo explica que, a pesar de que estaba previsto que se incorporara el año pasado, "tenemos constancia que sigue adelante, ya que incluso se han sometido a la auditoría".

En la parte positiva, menciona la acreditación el año pasado de la oficina de Información Turística de Playa de las Américas, en Tenerife, y el Palacio de Congresos de Canarias (Auditorio Alfredo Krauss), en Gran Canaria. Precisamente, subraya que "estas dos islas acaparan el 75% de los certificados de calidad de Canarias, lo cual denota el bajo nivel de implantación en el resto de la comunidad autónoma".

Con respecto a las previsiones para este ejercicio, sostiene que "será un año de ajustes", aunque confía en que obtengan la Q de calidad tres hoteles en Tenerife, entre los cuales figura el Beatriz Atlantis, del Puerto de la Cruz, que ya preveía su ingreso en el 2009. De hecho, "ya se han asociado a nuestra organización y estamos trabajando para que logren el sello en breve, lo que implicaría la incorporación de 1.428 camas más en la Isla con esta certificación", apunta.

Escasa inversión

Sin embargo, a su modo de ver, para que estos sistemas se extiendan entre las empresas turísticas de las Islas, haría falta una mayor implicación del Gobierno de Canarias, al que demanda "una mayor inversión tanto para promocionar a las empresas que ya cuentan con el certificado como para informar y ayudar a muchas entidades a incorporarse o a mantener el sello". En este capítulo, critica que haya comunidades como el País Vasco, cuya industria turística no tiene la importancia de la canaria, pero destinó el año pasado 380.000 euros a campañas para promocionar la Q, algo que no hizo el Archipiélago".

A su vez, lamenta que "hasta la fecha no se ha convocado una sola reunión de la Agencia de Calidad Turística de las Islas, que se constituyó en abril". A esto se le suma que "ni siquiera tiene asignada presupuesto propio para este año".

Por contra, recuerda que "desde 2005 existe una línea de subvenciones del Gobierno autonómico para implantar sistemas de calidad y gestión ambiental que hasta el momento ha repartido unos 5 millones de euros entre 320 proyectos", pero se queja de que "la partida de los ejercicios anteriores era de un millón de euros, ahora se ha recortado un 50%".