Los ocho aeropuertos canarios volvieron ayer a operar con total normalidad y sin registrar retrasos de consideración, según informó Aeropuertos Españoles y Navegación Aérea (Aena).

La tranquilidad llegó a las Islas después de que entre los días 28 y 30 de diciembre se registraran al menos 463 demoras por el mal tiempo en los aeropuertos del norte de Europa y por lo que Aena considera una "huelga encubierta" de los controladores.

Eso sí, los aeropuertos isleños finalizaron el año con normalidad al no producirse, el pasado día 31, retrasos importantes.

En esa línea operó también ayer Madrid-Barajas, que mantuvo sus cuatro pistas abiertas y con 17 de los 18 controladores que estaban programados para el turno de mañana en la torre en sus puestos, según Aena.

El pasado viernes se habían registrado demoras generalizadas en los vuelos, que se originaron por la mañana al faltar cinco de los 18 controladores previstos, por lo que el aeropuerto madrileño se vio obligado a cerrar dos de sus cuatro pistas.

En el turno de tarde se registraron "sólo" dos bajas, con lo que se pudo operar con las cuatro pistas, pero continuaron los retrasos a pesar de que las previsiones de Aena apuntaban a que la situación mejoraría y se irían "reabsorbiendo" tales demoras.

El sindicato de controladores USCA aseguró ayer que el gestor aeroportuario sabía desde el pasado octubre que el 1 de enero sólo trabajarían 13 de los 18 controladores que debían cubrir el turno de mañana en Barajas y "no hizo nada para remediarlo".

Por otra parte, la secretaria general del Partido Popular, María Dolores de Cospedal, pidió al ministro de Fomento, José Blanco, que asuma su responsabilidad por los problemas y el "caos" registrados en algunos aeropuertos en los últimos días por el paro de controladores.